A fines de 2023, el Servicio Nacional de Migración y el Instituto Nacional de Estadísticas, dieron a conocer los resultados de un estudio, según el cual existían 1.625.074 personas extranjeras residentes en Chile, al 31 de diciembre de 2022. Esta situación ha generado un impacto en el sistema escolar -el 13% del total de esa población estimada, son niños, niñas y adolescentes migrantes- lo cual se hace extensivo a la Educación Superior.
“Desde 2017, que fue el primer ingreso de los estudiantes del programa Programa de Acompañamiento Acceso Efectivo (PACE) a la Universidad, se ha visto poco a poco mayor cantidad de estudiantes migrantes. En un principio yo te diría que 2017-2018 no tuvimos, ya después uno o dos, y ya desde este año hemos tenido que acompañar a mucho más estudiantes en esta situación, no tan sólo en el acompañamiento académico que se les brinda y psicoeducativo, sino que también en su proceso de regularización y de los beneficios estudiantiles a los cuales pueden acogerse”, comenta al respecto Andrea Venegas Cárcamo, Coordinadora de Programas de Transición Universitaria de la Universidad de Magallanes (UMAG).
Lo anterior motivó la reciente realización de una «Jornada de actualización sobre regulación migratoria y acceso a la educación superior», organizada por la Universidad de Magallanes y la Dirección Regional del Servicio Nacional de Migraciones.
Según la directora regional (S) de este servicio, Vesna Mladinic Draguicevic, “es importante tener una migración segura, ordenada y regular. ¿Y cómo esto es posible? Mientras todos sepamos cuáles son los procesos, cuáles son los requisitos para obtener un permiso de residencia, sobre todo que el desafío nuestro es regularizar a la mayor cantidad de niños y niñas adolescentes extranjeros para que ellos puedan finalizar su estudio, optar a becas y otros beneficios”.
A qué beneficios se puede acceder
Uno de esos beneficios tienen que ver con apoyo financiero para cursar educación superior. “En el caso de personas extranjeras, tienen derecho a la gratuidad, si es que aplican para ello, y también tienen derecho a la beca Juan Gómez Millas, que es otro beneficio específicamente para extranjeros, que no mide nada académico, en ambos casos mide solamente a nivel socioeconómico”, aclaró Jimena Zúñiga Vega, Asistente Social de la Secretaría Regional Ministerial de Educación Magallanes.
Otra de las ventajas de regularizar la situación migratoria, fue destacada por la subcoordinadora del Programa Habilidades para la Vida III perteneciente a la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), Katherine Saavedra. “Una de las líneas de trabajo que tenemos nosotros es poder captar a niños que tengan alguna solicitud de atención en temas de salud mental. (…) Y para poder tener la atención que corresponde en temáticas de salud mental, tienen que estar regularizados al menos, y aquellos que no lo estén también tienen los derechos fundamentales de poder recibir la atención”, aseveró.
La jornada tuvo una alta concurrencia, entre trabajadoras y trabajadores sociales de establecimientos, orientadoras, docentes y también profesionales de programas que se dedican a la salud mental y a la convivencia escolar.