A 50 años del Golpe cívico-militar, en la Región de Magallanes aún hay mucho camino por recorrer
en materia de recuperación, protección patrimonial, activación y gestión de sitios o espacios de
memoria. De ahí la relevancia que tuvo una jornada compartida, bajo la temática de “Espacios de
Memoria”, que realizaron el sábado 1 autoridades regionales junto a representantes de las
agrupaciones históricas vinculadas a temas de Derechos Humanos.
Esta instancia fue encabezada por los secretarios regionales ministeriales de las Culturas, las Artes
y el Patrimonio, Diego García, y de Justicia y Derechos Humanos (S), Dr. René Castro, junto a los
(las) seremis de la Mujer y la Equidad de Género, Alejandra Ruiz; Bienes Nacionales, Sergio Reyes;
Educación, Valentín Aguilera; Salud, Francisca Sanfuentes y Deporte, Leónidas Hernandez. La
actividad estuvo a cargo de Francia Jamett, Encargada de la Unidad de Memoria y Derechos
Humanos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y se desarrolló a instancias del
trabajo que desarrolla a nivel regional la Mesa Interinstitucional de Derechos Humanos, a
instancias de las agrupaciones de DD.HH.
Uno de los propósitos fue analizar la emergencia de la destrucción del sitio de memoria de Colón
N° 636, con la idea de establecer acuerdos de trabajo y proyecciones de gestión pública. Al liderar
esta instancia de diálogo, Francia Jamett destacó la necesidad de generar consensos de trabajo
intersectorial entre autoridades y un enfoque de participación de las agrupaciones para
proyectarlo en una política regional de memoria y Derechos Humanos.
Ante la existencia de dos sitios de memoria institucionalizados en Magallanes, como la Casa de los
DD.HH. y los camarines del Estadio Fiscal, Sergio Reyes, Secretario General de la Unión de Ex
Presos Políticos, expresó la inquietud de avanzar en términos de gestionar una política para ver
qué se hace con ellos, “porque una placa que lo dice y nadie lo ve para mí no significa
absolutamente nada”.
Magda Ruiz, Presidenta de la Agrupación de Mujeres Ex Presas Políticas de Magallanes 1973-1974,
valoró el poder contar con una mayor concurrencia y la presencia y apoyo de las autoridades de
gobierno para seguir avanzando en estos temas de memoria, y que se involucren directamente
como seremis, resaltando además el poder compartir otras experiencias de lo que pasa en otros
sitios de memoria.
Por su parte, Ana Marlén Guerra, de Hijos e Hijas y Nietos y Nietas de la Memoria, instó a que la
institucionalidad pública se impregne del trabajo realizado con anterioridad y éste se transforme
en propuesta pública, “de tal manera que todo esto avanzando no se vaya perdiendo en el camino
por los cambios de gobierno y que logremos avanzar en memoria y DD.HH”, con una efectiva y
permanente articulación entre las instituciones del Estado.
Entre las autoridades presentes, el Seremi Diego García, resaltó que esta instancia brinda “una
oportunidad de seguir nutriéndonos de información que nos permita abordar de buena manera y,
en co-diseño con las agrupaciones, una propuesta en torno a los 50 años del Golpe cívico militar.
Pero también un trabajo de continuidad en paralelo, que debemos desarrollarlo de acuerdo a las
distintas y diversas inquietudes que las agrupaciones nos van planteando y el rol y compromiso
que asumimos como estado y como gobierno de poder avanzar en materia de Memoria y
Derechos Humanos en nuestro país”.
El Seremi de Bienes Nacionales, Sergio Reyes, expresó que “ha sido un proceso muy interesante,
muy enriquecedor tanto para las autoridades, para quienes es muy importante tener claro que
están exigiendo y mandatando las organizaciones de DD.HH., y en segundo lugar para poder seguir
avanzando en un tema muy específico que compete a Bienes Nacionales, que es la Casa de la
Memoria y los DD.HH. de calle Colón”.
Por su parte, la Seremi Michelle Peutat subrayó como fundamental este nuevo paso dentro del
trabajo intersectorial con las agrupaciones históricas de DD.HH., en un camino no exento de
dificultades, y en que, a la luz del cincuentenario de los dramáticos sucesos del 11 de septiembre
de 1973, se busca avanzar en materia de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
Ello, al ser una gran oportunidad para abrir espacios de diálogo, memoria y creatividad, a partir de
las demandas, necesidades y propuestas de la sociedad civil.