Los sectores desde el Canal Adalberto, Bahía Liberta hasta sectores al sur de la localidad de Puerto Edén, como: Seno Edimburgo, Isla Salamandra y Paso Mancilla, entre otros. arrojaron la presencia de Veneno Paralizante de los Mariscos tras monitoreo realizado por el Instituto Fomento Pesquero (IFOP).
De esta forma, esta Autoridad Sanitaria determinó, de acuerdo a la Resolución N° 3541 de fecha 7 de diciembre, prohibir la extracción, transporte, procesamiento, tenencia, comercialización, distribución, venta y consumo de: de todos los productos del mar susceptible a presentar Veneno Paralizante de los Moluscos (VPM).
Esta medida considera todos aquellos productos afectos a presentar toxinas marinas, tales como: Cholga, Chorito, Choro, Almeja, Huepo, Lapa, Maucho, Caracol Piquilhue, Loco, Picoroco, Piure en sector Puerto Edén ubicado al norte de la Provincia de Última Esperanza. El sector afectado, considera en el área norte la línea recta que se forma entre Canal Adalberto (Lat° 48°38’600″S; Long 74°39’21″O) y el punto ubicado en las coordenadas Lat° 48°40’34″S; Long 74°16’41″O. En tanto, en el Surlalínea recta que se forma entre Punta Reynolds (Lat° 49°10’01″S; Long 74°24’32″O), y Punta Clarke (Lat° 49°09’54″S; Long 74°20’52″O).
La encargada del Programa Marea Roja, Paulina Solar, explicó, que durante esta temporada generalmente se presenta un aumento de floraciones algales nocivas, generando la presencia de la toxina, por lo cual, ya se realizaron cierres en Isla Carlos e Isla Crossover, sectores aledaños a la localidad anteriormente mencionada.
Por lo anterior, se recuerda a la comunidad recuerde que en Magallanes se encuentran presentes tres tipos de toxinas como el veneno paralizante (VPM), diarreico (VDM) y amnésico de los mariscos (VAM), por lo que hay que adoptar las medidas de prevención correspondientes.
Además, hay que comprar en lugares autorizados y evitar adquirir mariscos a través de redes sociales o vías informales. A su vez, recordar que todo producto extraído en el territorio marítimo de Magallanes, previo a su proceso, venta, distribución y consumo, siempre debe ser analizado por los Laboratorios de Salud Pública de la SEREMI de Salud, a fin de determinar su aptitud para el consumo.