La automedicación y el consumo de alimentos en mal estado son dos situaciones
que ponen en riesgo la salud de las personas. El fácil acceso a ambas cosas y el
bajo valor de éstos en bandejones de las calles de distintas ciudades incita para
que puedan ser adquiridos de forma irregular, exponiéndose a intoxicaciones y /o
enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
Respecto a la venta de medicamentos en la calle, el académico de la carrera de
Química y Farmacia de la Universidad San Sebastián, José Manuel Cousiño
explica que el artículo 313 del Código Penal se refiere a este tipo de comercio.
“El artículo 313, establece el delito de ejercicio ilegal de una profesión que, por
disposición de la ley, requiere título. En el caso de los medicamentos, se trata de
las profesiones de Médico Cirujano y Químico-Farmacéutico, que deben exhibir
títulos universitarios para su ejercicio profesional”, afirma José Manuel Cousiño.
Así uno de los riesgos a los que se expone una persona si se automedica y
además obtiene medicamentos de manera irregular – sin ningún tipo de receta y
en condiciones no aptas – son:
Desarrollo de adicción en caso de algunos fármacos
Efectos secundarios como intoxicaciones, alergias, daños en órganos.
Resistencia a los antimicrobianos y/o falta de efectividad de los tratamientos
“Los clandestinos de las ferias y calles de nuestro país, hacen ejercicio ilegal de
ambas profesiones. La pena contempla presidio menor en su grado mínimo a
medio y multa de seis a veinte sueldos vitales”, afirma el académico José Manuel
Cousiño.
Los riesgos de la venta de alimentos en la calle
Junto con el comercio ilegal de medicamentos, el otro negocio que ha tomado
fuerza en el último tiempo es el que involucra la venta de comida en la calle. Las
enfermedades transmitidas por alimentos es algo común cuando se ingieren
alimentos que no se encuentren bien preparados o conservados.
La nutricionista y académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la
Universidad San Sebastián Jessica Moya, señala que “generalmente todas estas
enfermedades de distintos orígenes están relacionadas con el mal
almacenamiento de los alimentos, por las altas temperaturas. El alza de las
temperaturas hace que los alimentos rápidamente se puedan alterar cuando quedan
sin refrigeración”.
En esa línea, añade que “dada la concentración de nutrientes y el agua que tienen los
alimentos, va a dar todas las condiciones, junto con la temperatura ambiental, para que se
puedan desarrollar microorganismos, se contaminen los alimentos y eso pueda
eventualmente desarrollar una enfermedad en las personas”.
Comprar medicamentos o consumir alimentos en la calle son dos acciones que ponen en
riesgo la salud de las personas, por lo que siempre es recomendable comprar en
establecimientos autorizados.