Ya pasó el furor de la ley de las 44 horas, en decrecimiento hasta llegar en el 2028 a las jornada de 40 horas semanales.
No tenemos ya a autoridades del trabajo llamando la atención sobre el enorme avance que esto significa, ni tampoco estadísticas de cuanto se cumple o no con la actual normativa. No obstante, por ejemplo, queda claro que quienes trabajaron en fondas y ramadas durante las últimas fiestas patrias, lo hicieron en su mayoría sin contrato de trabajo, ni horario de jornada diaria ni semanal, sin derecho a colación, ya que cuando pudieron comer lo hicieron a saltitos para seguir trabajando.
La gran mayoría de quienes fueron explotados en las fiestas pàtrias eran extranjeros que en algunos casos ni siquiera tienen permiso de residencia.
2.- Un segundo caso de amnesia se está produciendo respecto de la publicitada ley Karin, en vigencia desde el 01 de agosto.
Y es que pese a tener nueva ley, el trato que en muchos establecimientos se sigue dando a los trabajadores no es el.mejor.
No solo los agreden verbalmente, también les niegan elementos básicos como el uniforme, además de otras cuestiones que los afectados no reclaman ante las autoridades.
La razón de este silencio es muy simple. No hay condiciones para que el reclamo por abuso no implique desempleo.
Y es que mientras el que tiene el sartén por el mango sea el patrón y las fiscalizaciones y controles sean lentos y tardíos, los trabajadores deberán seguir esperando que alguna campaña comunicacional ponga el acento en sus problemas para que, por algunos dias al menos, se les tome en cuenta.
Para que quede claro, solo con organización se pueden encontrar respuestas positivas.