Es una vergüenza lo que ocurrió con TVN en su noticiero central del 4 de octubre.
Y es que un criminal que espera su condena con todas las regalías que otorga la ley – mientras cientos son mantenidos por años y sin juicio en mazmorras infectas sin que hasta ahora puedan probarse las acusaciones – es presentado con cara de niñito bueno en un vano intento por intentar limpiar su imagen y la de la institución que es tanto o más responsable que él, respecto de los deleznables hechos que culminaron con la criminal agresión de la que fue objeto Fabiola Campillay en 2019.
Este criminal – igual o peor que aquellos que dejaron moribundo a Mario Acuña, el que dejó ciego a Gustavo Gatica, y quienes han reprimido torturado y baleado a ciudadanos indefensos antes y despues del estallido social – no solo no pide el perdón que no se merece sino que persiste, a pesar de las abrumadoras pruebas en su contra, en intentar establecer que los hechos sucedieron de otra manera y así ser exculpado.
Pero de que podemos extrañarnos si para Kast y otros el sanguinario Krasnoff Marchenko es una blanca paloma y el golpe facista sigue intentando ser presentado como un acto demandado por todos los chilenos, ignorando que casi el 50% de la población había apoyado solo unos meses antes al gobierno de Allende en las elecciones parlamentarias de marzo del 73.
2.- El sistema no nos va a dejar pasar sin trabas y somos testigos de ellas. Los medios de comunicación insistirán en silenciar, ignorar e incluso distorsionar groseramente los hechos, para influir en un pueblo que aún no se sacude tanto miedo.
Miren no más el show post plebiscito de salida. Miles son los que expresan su desazón por haberse dejado llevar por el bien urdido discurso de la derecha más reaccionaria. ¿Podríamos culparlos, hacerlos responsables de lo vivido, si han estado permeables al sistema y su discurso por decenas de años?. Ciertamente se equivocaron y lo sabemos muy bien, y luego de esa equivocación los que les dijeron que querían algo mejor, se esfuerzan por dejar todo igual o a lo más darle un barniz, como lo han hecho desde la dictadura y después de ésta.
Saquemos pues las lecciones, esforcémonos más, profundicemos la educación, promovamos la organización, hagamos los cambios desde la base.
Por Fabiola, por Mario, por Gustavo, por todas y todos los que cayeron y seguirán cayendo en esta lucha contra el capital y sus servidores.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria