Bajo nuestra ciudad existen cientos de kilómetros de tuberías a las que se conectan nuestros hogares e industrias, encargadas de una labor esencial: recolectar las aguas servidas, es decir, aquellas aguas que utilizamos en el hogar y que tras su uso contienen desechos orgánicos, detergentes y jabones, entre otros. El servicio de alcantarillado se ocupa de recolectarlas y conducirlas hasta las plantas de tratamiento, para luego de un complejo proceso, devolverlas de manera amigable a la naturaleza. A pocos días de celebrar las Fiestas Patrias, Aguas Magallanes reforzó el llamado a cuidar esta esencial infraestructura.
“En efecto, existen fechas en que debemos reforzar el llamado a la comunidad para recordar el importante rol que cumple la red de alcantarillado. A diferencia de un contenedor de basura, esta red no está preparada para recibir desechos sólidos, restos de comida, toallas húmedas, ni menos palos, trapos, plásticos o aceites. Estos elementos ponen en serio riesgo la infraestructura, lo que podría traer como consecuencia problemas de malos olores, afloramiento en la vía pública de aguas servidas o incluso podría afectar a las propias viviendas”, explicó Johanna Reyes Neira, gerente de Clientes de Aguas Magallanes.
La ejecutiva señaló que, si bien la compañía de manera permanente realiza un plan de limpieza y mantención de la red de alcantarillado, fomentar el buen uso en la comunidad es fundamental para evitar inconvenientes. Finalmente, invitó a toda la ciudadanía “a celebrar nuestra fiesta nacional, respetando las restricciones sanitarias dictadas por la autoridad”.
Algunos consejos
No abrir las tapas del alcantarillado en días de lluvia; sólo personal de Aguas Magallanes está autorizado para hacerlo; No botar hojas secas, ramas, basura o escombros en las rejillas del alcantarillado, diseñada para transportar solo aguas servidas; usar una rejilla sobre el desagüe del lavaplatos. Esto evitará que restos de alimentos obstruyan las cañerías. Nunca arrojar basura en el WC, el lavamanos o la ducha, como restos de alimentos, cartón, toallitas húmedas, algodón, pañales, colillas de cigarros, envases o bolsas plásticas.