Aurora Reyes lleva más de veintidós años trabajando la tierra, en el sector del Loteo Varilla, a 12 kilómetros al norte de Punta Arenas. Conocida en los Mercados Campesinos que organiza INDAP por la calidad de sus productos y simpatía, hoy reconoce que cumple un sueño: “Logré mi primera producción hidropónica y con esto no sólo mejoro mi calidad de vida porque es en mesa de altura y no tengo que estar agachada sembrando o cosechando, también porque se recicla el agua y ese elemento es vital y hay que cuidarlo mucho hoy en día”.
Cañerías de PVC, agua pura sacada directamente de las entrañas de la tierra a través de la energía solar y sustratos son algunas de las herramientas que le dan vida a su primer cultivo de hortalizas.
Una manera rentable y sana de alimentación para aportar en el extremo austral de Chile, asegura Aurora Reyes. Tanto así que tiene un invernadero de 180 metros cuadrados destinado solo a la hidroponía, con rendimientos mayores a los que obtenía en un sistema de cultivo en suelo.
“No fue fácil. El año pasado tuve una producción que perdí completa cuando se cortó la luz durante cuatro horas. Esa tragedia la superé con más tecnología, y utilizando paneles solares y aprendiendo, tuve que aprender mucho, y aquí están los resultados. Quiero mantenerme hasta el mes de mayo o junio con producción de lechugas y luego seguir con mentas que son más firmes y que la gente pide mucho en los Mercados Campesinos”, explicó la agricultora.
Para Aurora Reyes su transición hacia la hidroponía no habría sido posible sin el apoyo de INDAP. “La construcción del invernadero, el apoyo tecnológico, porque con los paneles fotovoltaicos logro sacar el agua y la capacitación permanente son aportes importantes para el agricultor. Ojalá se recupere el convenio que suscribió INDAP con el Gobierno Regional, ahí crecimos mucho”, indicó.
En tanto, el director regional de INDAP, Petar Bradasic, señaló que en la zona el recurso hídrico es escaso y de alto costo, más aún durante los meses estivales, cuando el clima permite la producción agrícola. Sin embargo, la hidroponía ha surgido como una gran solución. La historia comenzó en Puerto Natales y de ahí se extendió a otros lugares de la región. De ocho campesinos, uno al menos utiliza el sistema u está interesado. Y hace dos meses INDAP aprobó los primeros siete proyectos hidropónicos para la provincia Antártica.
“El objetivo es al menos acercarse a la sustentabilidad alimentaria y entregar verduras sanas y frescas a la comunidad. Eso ya lo estamos haciendo a través de los Mercados Campesinos que se realizan viernes y sábado en Asogama y que a partir del mes de marzo estarán en Zona Franca”, precisó Petar Bradasic.
La hidroponía actualmente es uno de los sistemas más eficientes para el desarrollo de la agricultura, ya que además de ser fácil de implementar es capaz de generar el aumento en la velocidad de desarrollo de los cultivos respecto del sistema tradicional, el ahorro en el uso de agua y otros recursos, y el mejoramiento en el uso del espacio —es tres veces menor al tradicional—, el control de la sanidad y del clima, entre otros.
Sin embargo, la obtención de buenos resultados dependerá, en gran medida, de que el productor o responsable de los invernaderos lleve a cabo una labor lo más certera posible, especialmente en lo que se relaciona con las aplicaciones de la nutrición y el manejo de la sanidad.
Gracias a este sistema es posible cultivar distintas hortalizas y plantas aromáticas. Verduras: acelgas, ajos, todas las variedades de lechugas, tomates, pepinos, rabanitos, distintos tipos de pimientos, entre otras.
Pero en Magallanes, bajo este sistema, el cultivo estrella ha sido la lechuga, aunque también se están iniciando otros cultivos como albahaca, ideal para aromatizar las comidas o utilizar en la coctelería gourmet.