El sol, las buenas temperaturas y las largas jornadas de luz que presenta la época veraniega en la región de Magallanes, entregan las condiciones para disfrutar del aire libre, situación que los adultos mayores pueden aprovechar, para salir de sus casas y respirar aire puro.“El gran desafío para los adultos mayores en Magallanes es abrir la puerta y salir a enfrentarse al mundo. Obviamente, en verano están las mejores condiciones para hacerlo, ya que son los días con mejor luminosidad, con mejor temperatura, están dadas las condiciones como para poder salir, hay un poco más de viento, pero es parte de la esencia de Magallanes”, afirmó el médico geriatra, Ramón Lobos Vásquez.El especialista explicó que es importante aprovechar el contexto. “Esta exposición al sol, con las debidas precauciones, favorece que las personas puedan tener la vitamina D activa, que es importante, tanto para el desarrollo cognitivo, para la función cognitiva, como para el metabolismo de los huesos. No solamente estamos haciendo actividad física, sino que también estamos potenciando nuestros depósitos de vitamina D y nuestro depósito de calcio en los huesos”, expresó Lobos.Como recomendación, el médico invitó a las familias a planificar actividades al aire libre con los mayores. “De esa manera, es más fácil poder organizarse y ver toda la cadena de eventos que llevan a esto. Es importante también considerar actividades, como la piscina, ya que al pesar menos en el agua, permite que la persona pueda desarrollar mejor su capacidad de movilización y de desarrollo, y también tiene un efecto benéfico el poder encontrarse con otras personas e interactuar”, manifestó, agregando que en esas instancias se van creando nuevos panoramas entre ellos. Dentro de las precauciones que se deben tener por parte de las familias a la hora de llevar a los adultos mayores al aire libre, el especialista recordó tomar en cuenta los factores alérgicos o climatológicos. “Las personas tienen una capacidad para regular el calor, distinta a las más jóvenes, que rápidamente uno transpira más o menos. A las personas mayores les cuesta un poco más, por lo que someterlos a cambios muy bruscos de temperatura es complejo. Hay que llevarlos desabrigados, pero abrigarlos cuando estén mucho rato al aire libre, ingerir líquidos, porque tienden a deshidratarse. Llevar sus medicamentos para tomarlos a sus horas, pero hacerlos participar”, señaló. Dentro de las actividades de verano, se encuentran algunos talleres impartidos por el Ministerio del Deporte, ir a bibliotecas, a los museos, salir a caminar, entre otras.