Más allá de que otros – en los mismos tiempos, antes y después – hayan realizado trabajos similares a los que él emprendió, es reconocido como un creador de periódicos obreros desde los cuáles incentivó la educación social y sindical, la organización, así como la promoción y defensa de los valores morales, llamando a luchar contra los vicios qué los poderosos instalan entre los pobres y que eran particularmente visibles en muchos de los lugares de trabajo.
Luchó incansablemente contra el consumo de alcohol y tabaco, así como contra los juegos de azar, responsables de minar y acabar con la vida de millones de trabajadores, de someterlos a la brutalidad al abandonar hogares y familias. Según su convicción, los trabajadores requerían de un instrumento político que los representara, por lo que fue militante de uno y al no sentirse identificado avanzó en la búsqueda hasta llegar a su construcción plena.
12.- Adquirió la certeza de que la solución a los problemas de los pobres se llamaba socialismo y trabajó fuertemente por ello, escribiendo textos, dictando conferencias, promoviendo la participación del hombre y la mujer, reiterando hasta la saciedad que sin educación y organización es imposible luchar contra el sistema y cambiarlo.
Sus planteamientos en la necesidad de la educación y organización de los abusados le llevaron, junto a otros que entendieron y apoyaron sus propuestas, a apoyar y promover la organización de los trabajadores principalmente en el sector minero e industrial, siendo las mancomunales y la FOCH los principales frutos de este accionar, presidiendo esta última organización por varios años, y a la que despojó de su carácter casi exclusivamente mutualista para llevarla a transformarse en un instrumento revolucionario que luchaba por el cambio de la sociedad.