El día 12 de noviembre la Mesa Social Magallanes Despierta convocó a una marcha por el centro de la ciudad que dio cuenta de la unidad y transversalidad que existe tanto en el sector privado como en el público de que el aparato constitutivo de la nación necesita un cambio.
A las 10.30 de la mañana 10 mil trabajadores y trabajadoras llegaron a la intersección de las calles Bories con Colón para marchar pacíficamente por la ciudad, las imágenes retratadas por los distintos medios de comunicación y los propios manifestantes, dan cuenta del tenor y la intención de dicha movilización que no tuvo ningún tipo de desborde o descontrol, a pesar de lo masiva que fue.
Consideramos que las palabras emanadas por el presidente Piñera en cadena nacional cerca de las 23 horas del martes 12 de noviembre, respecto del llamado a un acuerdo con la sociedad por la justicia y la paz, solo persiguen un objetivo y es bajar el legítimo derecho de la ciudadanía a protestar saliendo a las calles. La movilización social es la única arma que tiene la ciudadanía para asegurar que el ejecutivo y el parlamento, generen las condiciones para validar las propuestas que están emanando desde los cabildos populares.
En efecto, gracias a las manifestaciones espontáneas es que se ha logrado que el gobierno se abra a la posibilidad de redactar una nueva constitución. Aun no quieren validar la Asamblea Constituyente como el mecanismo óptimo para hacerlo, pero gracias a la presión ejercida por la ciudadanía en la calle hoy estamos ad portas de que sea el mismo pueblo el que lo haga.
Respecto de las múltiples voces que señalan o nos sindican como promotores de la violencia que se ha visto tras las marchas por llamar a movilizarse, declaramos que las convocatorias hechas sólo llaman a marchar pacíficamente; en segundo lugar, lejos de responsabilizar a alguien por los desmanes, expresamos que nos llama poderosamente la atención la “estrategia” de las fuerzas de orden de permitir que por horas se generen destrozos y que se mantengan como meros observadores, sin embargo, no han tenido pudor en lanzar bombas lacrimógenas o usar el carro lanza agua para disolver manifestaciones pacíficas.
Confiamos en que la justicia chilena estará a la altura de las circunstancias y que cualquier irregularidad en la aplicación de los procedimientos policiales será debidamente investigada y sancionada.