Este viernes 25 de enero, después de casi 20 años, vuelven a la ciudad de Puerto Natales una de las bandas más legendarias de la música chilena: Fiskales Ad Hok.
Su presencia cerrará los homenajes a los 100 años del hito obrero que es conocido como la la matanza de Puerto Natales ocurrida el 23 de enero del año 1919, cuando un grupo de trabajadores del Frigorífico Bories, la industria de carne más importante de Las Patagonia austral, se enfrentaron a balazos con fuerzas policiales, sufriendo muertes por ambos lados, pero que encolerizó de tal forma a la gente local que fue cuestión de horas para que se “tomaran” la ciudad que llevaba tan sólo 8 años de fundación.
Los Fiskales Ad Hok se posarán sobre el escenario del centro costumbrista chilote de Natales en una función gratuita, al aire libre, con los justos y precisos recursos para encender el ambiente y cerrar el homenaje a los que son conocidos como los mártires del 23 de enero, después de meses de exposiciones, charlas y notas de prensa sobre el tema.
Para los organizadores,la agrupación «100 años mártires de Puerto Natales» no hay mejor forma de cerrar el tributo. Fiskales Ad Hoc viene en su mejor momento, ya consagrados, y con el mismo desafío de repetir y superar aquel concierto brindado en la ciudad en el comienzo del nuevo siglo. Será una seguidilla de temas ya convertidos en clásicos, pero que no pierden vigencia como grito de rebeldía y cuyos títulos parecieran que fueran escritos hace pocas semanas en respuesta a la contingencia nacional. Allí está el rechazo a la acción policial, la reinvención de temas musicales al sonido punk, el rescate de la cultura diversa chilena y el tributo a los que ellos consideran grandes en la música.
Antecedentes de Fiskales Ad Hok
“Fiscal ad-hok” fue una de las palabras integradas más mencionadas en los noticieros chilenos durante los últimos años de la dictadura militar. Era el título que llevaba el general Francisco Torres Silva, designado en septiembre de 1986 para hacerse cargo de los responsables y cómplices del atentado al General Pinochet, así como de todos los actos desafiantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), organización armada de izquierda, llevados a cabo en ese período crepuscular autoritario. Era militar, abogado, pero a la vez juez y de cierta forma verdugo. Un personaje de literatura, cinematográfico y con cierto aire de tragedia. Suficientes “atributos” para que una pequeña banda santiaguina admiradora del movimiento musical punk decidiera como insulto y sarcasmo a la vez bautizarse “Fiskales Ad Hok” y marchar hacia adelante sin estar ajeno a las vicisitudes de toda banda por hacerse un nombre en la escena musical chilena.
De suficientes hitos en su ascendente carrera para entender porque son una de las más importantes bandas chilenas, Fiskales Ad Hok teloneó a legendarios grupos como Los Ramones y Faith No More; entregaron uno de los mejores y más recordados covers tributos de un tema de Los Prisioneros y hasta su biografía ha sido contada en un notable documental llamado “Malditos: La historia de los Fiskales Ad Hoc”.
El 2000, el mismo año que participaron del disco tributo a Los Prisioneros, y pocos años después que la revista Rolling Stone mencionara su álbum “Fiesta” como uno de los 50 más importantes de la música chilena, fueron invitados y desafiados por un viejo amigo de la tertulia rockera santiaguina a dar un concierto en su pueblo natal. Así fue como la banda llegó hasta Puerto Natales y brindó uno de los recitales más furiosos, potentes y profesionales de los que se tenga memoria.