Para cualquier persona, sea niño, joven o adulto, adaptarse a los cambios es algo complejo y que requiere de tiempo. Sin embargo, cuando se llega a ser adulto mayor, estos periodos de adaptación al cambio se extienden y resultan aún más complejos.
Así lo explica el médico geriatra, Ramón Lobos Vásquez, quien indicó que la familia y los cuidadores juegan un rol muy importante en estas situaciones. “A medida que se va envejeciendo, las alternativas de respuesta de los adultos mayores son cada vez menores y hace que la adaptación a los cambios sea mucho más lenta, ya que tienen menos recursos en lo económico, en lo social, en dispositivos cognitivos, o distintas destrezas o habilidades para hacerlo”, explicó el especialista, recomendándole a los familiares que acompañen a sus adultos mayores en estas etapas de transición.
“Hacer las transiciones lo más acompañados posible, prepararlos, decirles por ejemplo, ‘el día tanto vamos a ir al hospital, vamos a ir donde un médico que te va a decir si el tratamiento sigue o hay que cambiarlo’. (…) Ir bajando las ansiedades, las expectativas”, precisó Lobos.
El geriatra recomendó que, cuando los adultos mayores tengan que asistir donde un médico o donde algún profesional específico, se preparen las preguntas con anticipación, para que así sea mejor atendido y se pueda dar respuesta a sus inquietudes.
“Toda transición, todo cambio de nivel, es necesario hacerlo acompañado. Cuando caen hospitalizados, el hospital es violento para el adulto mayor. Un entorno que cambia totalmente, desde la dinámica familiar hasta por dónde sale o se pone el sol. Todos esos cambios se transforman en una situación compleja y difícil, sobre todo si hay un compromiso del estado de salud. Por lo tanto, esos periodos deben ser muy acompañados por quienes son su familia, ojalá tener algo que le recuerde su hogar”, puntualizó el médico.