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La apuesta asociativa que busca aumentar el consumo natalino de hortalizas

En un rincón de la turística ciudad de Puerto Natales, la Cooperativa Campo de Hielo, sostenida por trece pequeños agricultores usuarios de INDAP escribe una historia de perseverancia. En la esquina de Santiago Bueras con Esmeralda (1449), sus manos laboriosas levantan más que un mercado: un espacio con productos frescos, sanos e inocuos que llevan el ADN de la Patagonia. El «Mercado Agrícola Campos de Hielo», apoyado por INDAP, se ha convertido en apenas tres meses en el epicentro de un movimiento que reconcilia campo y ciudad.

Jaime Antecao, gerente de la cooperativa, lo resume con satisfacción: «La gente nos busca porque sabe que aquí encuentra lo que acaba de salir de la tierra». Y no exagera. En las mañanas, apenas descargan la mercadería, los clientes aparecen como atraídos por el aroma del cilantro recién cosechado o los tomates que aún conservan el calor del invernadero.

La oferta es variada y responde a los ritmos de la tierra: lechugas sabrosas, hierbabuena para el té de la tarde, zapallitos italianos ideales para un guiso caliente. Pero también hay espacio para productos de otras regiones del país, una estrategia que asegura variedad todo el año, considerando que la agricultura todavía es muy estacional en la región de Magallanes. 

«No queremos que en invierno la gente deje de venir—explica Antecao—. Por eso trabajamos con otras cooperativas, pero siempre priorizando lo nuestro».

El compromiso con los precios accesibles es otra de las claves. «Un vecino nos dijo que, aunque tiene una frutería a dos cuadras, prefiere venir aquí porque pagamos menos y la calidad es superior», comenta. La razón es simple: al eliminar intermediarios, los agricultores reciben un pago justo y los consumidores ahorran.

El proyecto no nació sin incertidumbre. «Al principio no sabíamos si la gente respondería», reconoce Antecao. Pero con el respaldo de Sercotec y tres meses de trabajo arduo—desde acondicionar el local hasta convencer a los primeros clientes—, la cooperativa echó raíces. Hoy, el local es un punto de encuentro donde los natalinos hacen sus compras diarias y los turistas se llevan un pedazo de la agricultura patagónica.

Antecao no esconde su entusiasmo al hablar del futuro: «Vamos a ampliar la variedad y el volumen. Queremos ser el lugar donde todos encuentren lo mejor, siempre». Y mientras despacha una bolsa de perejil a una cliente habitual, lanza una invitación: «A los que aún no nos conocen, los esperamos. Esto es un esfuerzo de muchos, para todos».

En una época donde lo fresco y lo local gana terreno, Campos de Hielo demuestra que, cuando la comunidad y los productores se unen, el resultado es imparable.

“Cuando los pequeños agricultores unen fuerzas, crecen sus oportunidades y se fortalece toda la comunidad. La Cooperativa Campos de Hielo es un ejemplo de cómo la asociatividad puede transformar realidades: hoy llevan productos frescos directamente desde sus campos a las mesas natalinas, generando economía circular y soberanía alimentaria local”, destacó Clarina Helmer, Jefa de Área de Puerto Natales.

Aseguró que desde INDAP seguirán apoyando iniciativas que democratizan el acceso a alimentos sanos, mejoran los ingresos de las familias agricultoras y, sobre todo, tejen redes de colaboración que hacen más resiliente a nuestro territorio.