Los empleadores tienen mil trucos para presionar a quienes negocian colectivamente.
Uno de los elementos más viles que utilizan es la frase «esta es la última oferta y si no la aceptan retiramos todo lo ofrecido y se quedan sin nada».
Entonces los dirigentes, sobre todo los que están comenzando en estos procesos, sienten que se les viene el mundo encima y en no pocas ocasiones dan por terminado el proceso, abrumados por esta falta de empatía patronal.
Por eso es bueno invitara a todos a tomar las cosas con calma y entender que siempre los patrones tratarán de sacar provecho de nuestras debilidades y eso lo hacen amenazando.
2.- Para que estemos claros, Si pueden los patrones dar sólo algunas chauchas obligados por la ley del piso – que tampoco es gran cosa -, pero todo avance mayor dependerá siempre de la cantidad de organizados y la fuerza que estos tengan para defender sus demandas.
Lo concreto es que ante una amenaza como la aqui enunciada, debemos asumir que se cierran las conversaciones y ponernos a activar las comisiones de huelga y el plan de movilización.
Jamás hay que negarse a conversar, pero sí hay que rechazar cualquier actitud o acción de la contrapàrte que busque ponernos de rodillas.
Son nuestros derechos peleamos por ellos.