En estos primeros días del año 2025, las chimuchinas de la política cotidiana quedaron en suspenso, “congeladas” podríamos decir, ante la realización de un histórico viaje del jefe de estado de Chile, Gabriel Boric, nada más ni nada menos, que hasta el Polo Sur. El punto donde comienza el territorio antártico chileno, y, por cierto, el hito cero de la región de Magallanes y de la antártica chilena. Cuando algunos de nosotros hemos sido majaderos, pidiendo a la clase política acciones que convoquen, que unan a los chilenos y chilenas, el presidente Boric, decide dar un paso más,
en una línea muy clara en defensa de la soberanía nacional. Reivindicando el rol que debe jugar Chile como puerta de entrada de la antártica, y, asimismo, defendiendo que este territorio de última frontera, se conserve como una tierra consagrada a la paz y a la ciencia, y a la colaboración entre los países firmantes del Tratado antártico.
Es cierto que se puede criticar desde varios enfoques, el desempeño general del gobierno actual, salvo un pequeño grupo de incondicionales, el país entero, tiene algo que reprochar al gobierno progresista. Por eso, que resulta muy edificante partir el año, con una noticia que es abrumadoramente aplaudida por la ciudadanía. Más aun, cuando este punto culmine ha venido precedida, de hechos de gran importancia. Cito como ejemplo el anuncio de la política
nacional de construcción naval, que se efectuó en la cuenta pública del año pasado. Este constituye un hito en la planificación de la inversión pública, y en el desarrollo de una industria compleja, que pone a Chile en las grandes ligas de la construcción naval. En esto no nos hemos equivocado, los primeros pasos en una estrategia de construcción Naval fueron en 2017 con la presidenta Michelle Bachelet, este esfuerzo, fue continuado por el presidente Piñera, y los
primeros frutos se ven en este gobierno. Lo reconocía el presidente Boric, en la ceremonia de bendición del Rompehielos Oscar Viel. La primera plancha de acero, se cortó en 2017 en presencia de la presidenta Bachelet, la continuidad del proyecto a través de tres gobiernos de sellos políticos distintos, permite hoy que el Oscar Viel, arribe orgulloso a su puerto base en Punta Arenas, en medio de la algarabía popular.
La política nacional de construcción naval va a permitir, consolidar una industria estratégica para nuestro país, que nos permite además ofrecer productos de calidad certificada internacionalmente. Primero fue el Remolcador antártico Lientur, luego el rompehielos Oscar Viel. Las características de esta nave con un caso reforzado, le permiten operar en condiciones extremas, con temperaturas de -30 grados Celsius, pudiendo romper hielos hasta de un metro de
espesor. Es el primer rompehielos construido en Sudamérica, tiene un desplazamiento de 10 mil 500 toneladas, y una autonomía de navegación de 60 días y un alcance de 14 mil millas náuticas. Se construyó en astilleros de ASMAR en Talcahuano, y en la faena se empleó a más de 600 personas, de ellos 300 técnicos e ingenieros chilenos y extranjeros.
El viaje del jefe de estado chileno al Polo Sur, se concretó este viernes 3 de enero. Según describe la crónica oficial, la comitiva integrada por el presidente Boric, las ministras de defensa y del Medio ambiente, la subsecretaria de relaciones exteriores, y los comandantes en jefe de la Armada, de la FACH y del Ejército. También concurrió la entidad de cancillería que ejecuta y coordina las labores científicas en la antártica, el INACH, con su director nacional Gino
Cassasa, e investigadores de INACH Ricardo Jaña y Elías Barticevic.
El presidente Boric es el único mandatario latinoamericano en viajar hasta el Polo Sur, como lo recordó el mismo en un video filmado en el lugar. Sólo 12 banderas se encuentran en el Polo Sur, una de ellas es la orgullosa tricolor, reivindicando el reclamo soberano, sobre la granja antártica de nuestro territorio. El viaje fue una proeza logística de la FACH, donde se probó los equipos y las tripulaciones, entrenadas para desempeñarse en cualquier lugar del territorio nacional, y bajo cualquier condición y horario. El viaje salió el 02 de enero, a las 21,00 horas. de la base Pudahuel, y en todos los tramos, los desplazamientos se efectuaron en equipos de la FACH, un Boeing 737 para el tramo de 2.200 kms entre base Pudahuel y Base Chabunco en Punta Arenas (3 horas). 2 aeronaves G-IV Gulfstream desde Base Chabunco a Glaciar Unión en el continente antártico, tramo de 3.100 kms. (cubiertos en 3,45 horas.). Y desde Glaciar Unión al Polo Sur, desplazamiento de 1.140 km en 2 Twin Otter y 2 helicópteros Black Hawk (6 horas). La operación Estrella Polar III se
concretó al cabo de 36 horas, arribando al Polo Sur el Presidente Boric y toda su comitiva. Se efectuó una visita a la Base Amundsen de los Estados Unidos, y los científicos aprovecharon de extraer muestras para medir los efectos de la contaminación en esa latitud.
La presencia del jefe de estado de Chile en el Polo Sur, no sólo constituye un hito para las relaciones internacionales, sino que ratifica la vocación antártica de Chile. En esto la política partidista cede ante los superiores intereses de estado. Chile es uno de los 12 países firmantes del Tratado Antártico de 01 de diciembre de 1959, que entró en vigencia el 23 de junio de 1961. En el hito que marca el Polo Sur, sólo 12 banderas custodian la inmensidad antártica, y lo que han hecho los sucesivos gobiernos chilenos, es el ejercicio de actos de posesión ininterrumpidos sobre
dicho territorio. El tratado estableció a la antártica como un territorio consagrado a la paz, y a la ciencia. El tratado antártico hoy lo componen cincuenta y tres países. Pero de estos sólo 29 tienen el estatus de estados consultivos, vale decir, con derecho a voz y a voto. Chile tiene el carácter de estado consultivo. En virtud al tratado todas las reclamaciones territoriales, se encuentran suspendidas, y durante su vigencia, el continente blanco, ha sido un espacio donde los países han desplegado, esfuerzos de colaboración en materias logísticas y de investigación.
La importancia de Chile como país puerta de entrada a la antártica, se ratifica con el despliegue de medios técnicos y humanos que permitieron el viaje de nuestro jefe de estado hasta el polo Sur, lugar de inicio del territorio antártico chileno. Pero también disponiendo de un rompehielos dotado con la más moderna tecnología, y con espacios adecuados para el apoyo logístico de las campañas antárticas. No sólo de los científicos chilenos, sino de los más de 25
países que han escogido como puerto base Punta Arenas. En esta misma línea, se enmarca la inversión del estado en la construcción del Centro Antártico Internacional, que posicionará a Punta Arenas ciudad polar. Asimismo, la decisión de ampliar y actualizar nuestras bases antárticas, como por ejemplo la Base Carvajal a 67° lat. Sur, para permitir su uso durante todo el año. Pero también inversiones necesarias en Villa Las Estrellas, para brindar las mejores condiciones que permitan mantener pobladores permanentemente.