La negociación colectiva es un proceso interesante y complejo, pues más allá de tener todas las respuestas a las preguntas que nos provoca el proceso, debemos tener presente, siempre presente, que la mejor forma de enfrentarlo es contando con la mayor cantidad de trabajadores de la empresa participando en la organización sindical. No hay mejor mecanismo para pararse bien en los dos pies, que tener a la vista el apoyo incondicional de todos los que integran el sindicato.
Podemos igual darnos un patinazo, perder por factores no considerados, pero si somos capaces de tener con nosotros al grueso de la fuerza de trabajo de la empresa, ésta a lo menos lo pensara antes de mandarnos a donde les gustaria que estuvieramos.
2.- Otro elemento importante es manejar muy bien los plazos y tener claro que los acuerdos de palabra que se puedan tener con la empresa, no valen mucho a la hora de la conclusión del proceso. ¿Por qué decimos esto?, porque en algunos casos hemos visto satisfacción en nuestro compañeros al avanzar en cuestiones importantes para ellos, pero las mismas no se han reflejado en una nueva última oferta formal y se ha descuidado un plazo que debemos siempre tener presente.
Cuando votamos la huelga
Que se entienda bien, solo los acuerdos suscritos y firmados son los que tienen valor. Mientras estos no se den hay que hacer lo que indica la ley.
O sea, si es necesario se vota la huelga y se cerrará el colectivo en la mediación obligatoria.
Es un derecho que tenemos, que no se nos olvide.