¡A lo que hemos llegado en este país!
Nosotros nos creíamos el país más limpio de América Latina y mirábamos en menos a los países vecinos y la diferencia era que aquí todo se tapaba y no se sabía nada.
Ahora, gracias a que se conoció una grabación del abogado Hermosilla, se están destapando ollas todos los días. Y están cayendo los más variados ejemplares de la vida pública nacional. Abogados y fiscales, empresarios y funcionarios públicos, ex ministros y cuanto hay.
Pero el colmo, o lo que parece ser el colmo hasta ahora, es que en el banquillo de los acusados están tres ministros de la Corte Suprema, nada menos.
Tres jueces supremos acusados constitucionalmente.
Menos mal, para la tranquilidad pública, que con el sistema democrático de la separación de los poderes, la Cámara de Diputados, uno de los pilares del sistema, tiene la atribución de juzgar a los jueces.
Así, el Congreso nacional, representado por la Cámara, está sacando la cara por la probidad y la anticorrupción.
Qué bueno que los políticos más probos, de conducta intachable, honestos y dignos por definición, como son nuestros parlamentarios, puedan empezar a limpiar la imagen de nuestro país.