Aunque muchos mal informados dicen que hemos estado celebrando la independencia de Chile, la verdad es que lo que celebramos es la primera junta de gobierno, que el 18 de septiembre de 1810 reunió en Santiago a varios ilustres caballeros españoles y criollos.
Como bien señala el historiador Vicuña Mackenna, “la asamblea del 18 de septiembre no tuvo el significado histórico de cuna de la independencia que a posteriori se le ha dado. La gran mayoría de los juntistas solo deseaba un gobierno propio, de carácter provisional, mientras durase el cautiverio del rey”. El monarca español había sido encarcelado por Napoleón.
La independencia de Chile en realidad se proclamó en 1818.
Desde la de septiembre de 1810, Chile ha tenido unas diez juntas de gobierno, la mayoría formada por militares y todas de muy corta duración, con excepción de la de 1973, que se mantuvo hasta 1990, a sangre y fuego.
Si uno lee la historia, no se entiende tanta celebración de una junta. Después de esa primera, ninguna de las que se formaron merecen celebración.
No faltará el chusco que diga que esta obsesión chilena por celebrar una junta de gobierno tiene algo de masoquismo.
La verdad, la gran fiesta la deberíamos hacer el 12 de Febrero, recordando que en esa fecha se proclamó y juró la independencia en la ciudad de Talca.
Pero en febrero, casi todo el mundo en Chile está de vacaciones, así es que sigamos celebrando el 18 de septiembre.