¿Qué pasa con la salud en Chile?
Una pregunta que no deja de ser dificil de responder, considerando el verdadero vía crucis que deben vivir quienes carecen de recursos para acceder a una atención privada.
Pero, ojo, que también aquellos que disponen de algunos recursos para atenderse en centros médicos privados, reciben respuestas, diagnósticos u observaciones que no siempre tienen la certeza ni la rigurosidad que debieran, habida cuenta de todo lo que vive el afectado con posterioridad.
Si consideramos que se pierden cartas notificando de la asignación de horas médicas, o indicaciones para operaciones y/o tratamientos y que las listas de espera crecen y crecen, estamos en presencia de algo que es peligroso para el usuario y sus familiares pues puede tener implicaciones graves en todo el devenir futuro del enfermo.
Un trabajador afecto a FONASA consultó una doctora indicada como de medicina general en el centro médico VIDA INTEGRA de Alameda. Se le indicaron exámenes de sangre los que determinaron una anemia y mostraron un índice – VHS – particularmente alto.
Aún así no recibió ninguna indicación especial ni tratamiento, menos la derivación a otro especialista. Meses después repitió exámenes en el mismo centro y aunque el índice indicado aumentó a más del doble, siguió sin ser derivado a especialista alguno.
2.- Tiempo despues y solo gracias al cambio de profesional, se detecta una grave afección a la sangre y ha debido gastar varios millones de pesos en costosos exámenes para que se determine finalmente, que sufre de una seria enfermedad que requiere de un costoso tratamiento.
¿Quien responde por la negligencia? ¿en qué condición y bajo qué parámetros se entrega la atención de pacientes a médicos titulados, que no son capaces siquiera de dar seguimiento a anomalías como la que aquí se citan?
¿Cuántos son los enfermos en nuestro país que se agravan y mueren por malas decisiones o diagnósticos equivocados?
Miles son los que deben deambular por diferentes lugares para lograr establecer de qué están enfermos y en ocasiones esto no es resuelto a tiempo.
Urge un cambio en las políticas de salud y por cierto una mayor preocupación por los pacientes, sea en sistemas privados o públicos de salud, dispongan o no de recursos económicos.