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Una bala lo encontro su sangre corrió mientras gritaba ningun dinero pudo salvarlo pues cayó y murió..» canta Emerson, Lake & Palmer

Siempre debemos tener claro que para emitir un juicio hay que tener moral y nunca tejado de vidrio.
Y esto no ocurre con muchos de los que se desgañitan opinando y exigiendo sanciones para Venezuela por su reciente proceso electoral.
Dejemos claro primero que los organismos correspondientes de ese país en cuanto a los procesos electorales han zanjado la discusión, diciendo que Maduro fue electo y proclamado presidente del pais.
Si se siguieron las normas no tendría mucha razón seguir pataleando, porque cada país tiene derecho a elegir su camino y también a enmendar rumbos.
Sin embargo, el gran pero de Maduro fue haber invitado al centro Carter como observadores quienes no válidan el proceso y, junto a diversos presidentes de otros países exigen las actas de dicha votación presidencial. Maduro debió pues presentar esas actas y se hubiera evitado todo el desaguisado posterior.
Seamos justos, estos presidentes tienen todo el derecho de rechazar algo que ellos consideran no válido, pero debieran actuar con la misma celeridad y firmeza demandando el termino de la matanza del pueblo palestino, así como una explicación a Estados Unidos por permitir ser candidato a un ex presidente acusado de corrupción, además de ser un país que mantiene un sistema electoral, donde no siempre gana el que obtiene más votos.
Y no olvidemos a Ucrania que ha impuesto con Zelenski un sistema bastante poco democrático, justificándose con la guerra.

2.-Pero al sistema no le conviene poner presión a muchas de las cosas que aquí comentamos y nuestro presidente, al igual que otros, prefiere calificar gobiernos, pero no ir al fondo demandando para todos los casos la misma atencion.
Por último y respecto de lo.que hagan y digan los comunistas, tienen todo el derecho a hacerlo y decirlo sin darle explicaciones a nadie, más que fundamentando sus argumentos.
Pero no nos engañemos tampoco y dejemos claro que desde hace mucho, los comunistas han dejado de estar al lado de los trabajadores validando normas y leyes laborales que han resultado atentatorias para la organización y la lucha de la clase.