Por estos días se ha dado una gran discusión ante la irresponsabilidad de la empresa ENEL con miles de sus usuarios, que no están recibiendo lo que dicha empresa tiene como principal objetivo. Dotar de energía eléctrica domiciliaria y en espacios públicos, por lo que recibe onerosos emolumentos acordados con el Estado de Chile y en los que no tuvieron injerencia alguna los afectados.
Como sucede con cada cosa como esta, en un par de días otra noticia superará lo de ENEL y los problemas de la electricidad solo servirán como insumo de campaña para las elecciones de autoridades en todos los niveles.
Una triste realidad que se mantendrá inalterable, pues la impuso el sistema y la ciudadanía hace ya mucho que perdió la capacidad de reacción y solo protesta en las redes sociales y por alguna cosa puntual, que no siempre se difunde.
2.- Mientra nos despercudimos, no está de más decir que los dueños de la empresa ENEL son accionistas extranjeros, siendo el mayoritario y principal de ellos el Ministerio de Economía y Finanzas de Italia.
Si, aunque nos resistamos la mayoría del tiempo a escuchar las verdades – como ha sucedido todos estos años con las explicaciones que se intentan dar respecto de las AFP y la gente parece aún no entender cómo está siendo robada – es necesario reiterar que la electricidad y el agua potable, 2 de los principales elementos con los que requieren contar todos los hogares para vivir con un poco de dignidad aunque no tengan siquiera para comer, fueron entregado por el Estado de Chile durante la dictadura al control de capitales privados y seguirán en esas manos hasta que no demos los pasos mínimos para cambiar la correlación de fuerzas.
Sin pueblo organizado y con políticos que poco o nada hacen por cambiar el estado actual de cosas, estamos irremediablemente fritos.