Desde el 1 de julio de 2024 entró en vigencia un nuevo monto para el ingreso mínimo.
A contar de esta fecha el valor bruto a pagar es de $500.000 (quinientos mil pesos) por mes trabajado en jornada laboral completa, esto es 44 horas semanales.
Y no es algo menor esto de hablar de valor bruto, pues implica que a este monto se debe descontar el % correspondiente a previsión y salud que en promedio llega al 20%, o dicho en palabras más simples, el asalariado dispondrá de $400.000 liquidos para cubrir sus necesidades básicas que incluyen movilización, alimentación diaria, luz, agua, gas y un teléfono móvil con el menor costo mensual que sea posible. Si a este volumen de gastos que ya es bastante le agrega el aumento que irá entre el 14% y el 44% por el alza en la cuenta de electricidad, más $10 (diez pesos) por cada pasaje de locomoción, será poco el dinero del que disponga para llevar una vida digna.
2.- Seamos claros de una vez por todas. Es muy poco probable que en el corto plazo el monto del ingreso mínimo llegue a ser equivalente a los recursos que necesita un trabajador para satisfacer sus necesidades básicas y, ciertamente, ese ingreso mínimo jamás podrá satisfacer los requerimientos de un grupo familiar de 4 personas.
¿Cual es el camino entonces?
Tomar conciencia del papel que el trabajador juega en la sociedad, entender que se requiere de ingresos que permitan vivir dignamente y que esos ingresos son poco probables de conseguir sin organización y lucha.