Una intervención sorpresiva del Sindicato de Trabajadores de ENAP Magallanes sacudió un Plenario de Seguridad organizado por la Empresa Nacional del Petróleo en el salón de eventos del Cordenap. Los dirigentes sindicales expusieron de manera pacífica pero enérgicamente su posición frente a los recientes despidos que, según denuncian, fueron ejecutados de manera injustificada el pasado 25 de abril.
Durante la intervención, la Presidenta de la organización sindical indicó que “la empresa hoy nos habla de Seguridad en un ambiente donde los trabajadores y trabajadoras laboran en la más absoluta incertidumbre e inseguridad laboral”. Enfatizó además que “estamos frente a una Administración indolente donde no existe real resguardo físico ni psicosocial para las trabajadoras y trabajadores”
El público presente, compuesto por trabajadores de la misma empresa, escuchó atentamente las demandas planteadas por los gremialistas, quienes consideran estas acciones como una forma legítima de hacer oír sus reclamos frente a lo que perciben como injusticias laborales.
“Hoy en día están sucediendo cosas en Enap y no sabemos si se trata de un plan mayor de reestructuración con despidos masivos, o es un elemento distractor por parte de la empresa, para mantener a las organizaciones sindicales con el foco en los despidos mientras se articulan otras acciones que se mantienen en la absoluta reserva, como hemos visto en el pasado cuando han vendido activos importantes de ENAP”. preciso Vásquez.
Señala además la Presidenta del Sindicato que “Es una vergüenza que en una reunión ampliada hace varias semanas atrás, el mismo Gerente General de la empresa haya mencionado que se analizarían caso a caso las licencias médicas ante la consulta que le hiciera un trabajador ante la falta de dotación en las operaciones en Magallanes, es decir, si un trabajador enferma, se tomaran represalias que terminaran con su despido por necesidades de la empresa?”
Esta manifestación se suma a una serie de protestas y movilizaciones que el sindicato ha llevado a cabo desde los despidos ocurridos a fines de abril, donde 34 trabajadores y trabajadoras fueron desvinculadas, generado un clima de tensión e inseguridad creciente entre los dirigentes y los ejecutivos de ENAP.