En 2022, se inició una colaboración interdisciplinaria entre especialistas en análisis geoespacial, percepción remota, sistemas de información geográfica y programación, de las Universidades de Magallanes, de Chile, de Concepción y de la Frontera, junto a la organización no gubernamental Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF Chile). Su objetivo era formar una red nacional que replicara un trabajo progresivamente extendido al resto de Latinoamérica, desde que se inició en 2015 en Brasil, para implementar una colección de mapas anuales de cobertura y uso del suelo, que permita evaluar la evolución espacio-temporal del uso humano del territorio.
Dos años después, la plataforma MapBiomas Chile ya está en marcha. Este “Mapeo Anual de Cobertura y Uso del Suelo en Chile Continental” es público, gratuito, y su primera colección abarca un lapso de dos décadas (2000-2022). Utiliza imágenes satelitales Landsat de la NASA, procesamiento en la nube y clasificadores de inteligencia artificial operados desde la plataforma Google Earth Engine. Funciona como una herramienta independiente y académica, que contribuye a la conservación de la naturaleza, la planificación territorial y el monitoreo de humedales, hielos y glaciares, cobertura de bosques, intervención humana en los territorios, plantaciones forestales, actividades silvoagropecuarias, pastizales y matorrales, entre otros.
MapBiomas Chile fue presentada en forma pública el pasado 23 de abril, en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile. La ocasión reunió a los representantes de cada institución, incluyendo al Dr. Carlos Cárdenas del Centro de Investigación GAIA Antártica de la UMAG (CIGA), quien dirige un equipo formado por los investigadores Erling Johnson (CIGA), René Muñoz (Facultad de Ciencias) y Miquel Nieto (estudiante de Magíster en Ciencias Antárticas mención Glaciología).
Según Cárdenas, el viaje también sirvió para sostener reuniones de coordinación con el organismo central del proyecto, y con representantes del Ministerio de Medio Ambiente. “Como Universidad, pertenecemos a una red nacional e internacional que generará información base de uso libre, la cual podrá ser utilizada por la comunidad nacional e internacional para el desarrollo de productos de interés específico, y deberá continuar nutriéndose de información a nivel nacional para satisfacer las necesidades de sus usuarios”, comentó.
El coordinador general de la iniciativa, es el investigador del Laboratorio de Geomática y Ecología del Paisaje, de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, Jaime Hernández. Según el académico, “es un insumo muy importante para que los tomadores de decisiones tengan un soporte técnico robusto acerca de las consecuencias que han generado las políticas de gestión de nuestros recursos naturales y los asentamientos urbanos o, complementariamente, la ausencia de ellas”.
Según estos mapas, más de medio millón de hectáreas de bosque nativo chileno se perdieron en la zona Centro-Sur del país, entre Valparaíso y Los Lagos, en las últimas dos décadas. De esta manera, el cambio más significativo en esta zona es el retroceso de especies nativas del clima mediterráneo. Desde el 2000 se ha perdido cerca del 8% del territorio de bosque nativo (500 mil ha), situación que contrasta con la realidad de la Patagonia -Aysén y Magallanes- donde los resultados registran un aumento de 450 mil hectáreas.
Las áreas con suelo desnudo o desérticas representan el 24% del país, y se concentran en la zona norte, representando más de la mitad del territorio (56%). Adicionalmente, la expansión urbana aumentó 2,8 veces, lo que equivale a 130 mil hectáreas. Otro de los resultados destacados, es la situación de hielos y glaciares, 80% de los cuales se concentra en la Patagonia. Allí se registró una pérdida neta de cerca del 10%, lo que equivale a más de 410 mil hectáreas.
«MapBiomas tiene una lógica de mejoramiento continuo. Ello significa que cada colección mejorará la precisión y exactitud de los datos. En las futuras colecciones, aumentaremos el número de clases a incluir en los mapas y agregaremos módulos para temas específicos, relevantes para el país, como el monitoreo de los incendios forestales y de los cuerpos de agua, con frecuencia anual y mensual”, concluyó Hernández