Amigos y amigas. Esta semana el presidente Gabriel Boric, junto al secretario general de la
Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, realizaron un viaje a la antártica, para
relevar y poner de manifiesto, cómo ha impactado el calentamiento global, al continente
blanco. Lo anterior en el marco de la realización de una nueva conferencia de la ONU.
Sobre el clima, a efectuarse en Dubai, el 30 de noviembre, será la COP28.
El calentamiento global, es indesmentible. Se ha desarrollado observaciones y mediciones,
desde hace más de cien años, por lo que se cuenta con datos suficientes para
demostrarlo. En marzo del presente año, el IPCC, o Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático, publicó un informe que sintetiza ocho años de
trabajo, es absolutamente enfático, enfrentamos una emergencia climática y debemos
actuar de inmediato.
Los expertos han calculado que el planeta se aproxima peligrosamente, a alcanzar un
aumento de temperatura de 1,5°C. Los estudios del panel de expertos sobre cambio
climático (IPCC), señalan que este aumento de temperatura podría alcanzarse a fines de
este siglo, produciendo efectos en todo el planeta, afectando no sólo nuestra forma de
vida, sino a todos los seres vivos. Se estima que, con un aumento de 1,5°C, en el año 2100
el 6% de los insectos, el 8% de las plantas y el 4% de los vertebrados habrán perdido más
de la mitad de su hábitat natural. En tanto, si el aumento de temperatura es de 2°C, estos
porcentajes se duplican o triplican con el 18 % de los insectos, el 16 % de las plantas y el 8
% de los vertebrados.
Asimismo, el impacto en el Agua dulce, es desastroso. Con un calentamiento de 1,5ºC se
estima una pérdida de un 9% del agua dulce, con escasez de agua en el Mediterráneo,
Australia, Brasil y Asia. En tanto, si el aumento de temperatura global alcanza los 2°C, el
agua dulce disminuirá un 17% y el 8% de la población mundial, enfrentará una grave
escasez de agua. Un aumento de 1,5°C de temperatura producirá que el Océano Ártico se
quede sin hielo en verano, una vez cada cien años. En tanto, si el aumento es de 2°C, se
quedará sin hielo en verano una vez cada diez años. Asimismo, se prevé impactos en los
arrecifes de coral, los que arriesgan desaparecer entre un 70 y un 90 por ciento. También
habrá efectos en la producción de alimentos, con reducciones que van entre los 1,5
millones toneladas de pesca anual, con un aumento de 1,5°C, a reducciones de 3 millones
de toneladas de pesca, con un aumento de 2 °C. Del mismo modo, está en riesgo la
producción de alimentos de la tierra, con un aumento de 2ºC, se reducirá sustancialmente
el rendimiento del maíz, el arroz, el trigo y otros cereales. Afectando especialmente el
África subsahariana, el sudeste asiático, Centroamérica y América del Sur.
Según el panel de expertos, limitar el calentamiento a 1,5ºC podría reducir en cientos de
millones de personas el número de personas expuestas a riesgos relacionados con el clima
y a la pobreza resultante. Se podría reducir riesgo de muertes relacionadas con el calor, y
el número de personas infectadas por enfermedades transmitidas por vectores, como la
malaria y el dengue.
La próxima COP 28, a efectuarse en Emiratos Árabes Unidos, será muy relevante porque
será la primera evaluación de los compromisos globales de acción climática de los países,
desde la adopción del Acuerdo de París en 2015.
El mundo ya se ha calentado +1,2°C desde el periodo preindustrial y alcanzaremos los
+1,5°C probablemente en 2030-2035. La contribución al calentamiento global de los gases
de efecto invernadero, no ha impedido que los países del norte industrial y desarrollado,
continúen produciendo el 90 por ciento de las emisiones del planeta. Los expertos
advierten, que la oportunidad de asegurar un futuro sostenible para todos, se está
cerrando aceleradamente.
Se dice que los niños y jóvenes de hoy, jamás experimentarán las temperaturas que la
generación adulta tuvo en su niñez y juventud. De hecho, es probable, que los años más
cálidos de esta época, estarán entre los más fríos dentro de una generación.
El próximo 30 de noviembre dará comienzo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático de 2023 (COP28), en Dubái. El informe de la comisión de expertos, de
marzo de este año, es lapidaria, se nos agota el tiempo, como sociedad global, para tomar
acciones. Las grandes potencias desarrolladas, continúan dependiendo fuertemente de los
combustibles fósiles, y siguen la escalada sin pausa de la producción industrial. Se
aumenta el consumo energético, pero aún es muy reducida la generación con energías
renovables.
Fue muy oportuna, la invitación presidencial, al secretario general de ONU, a visitar la
antártica, para relevar el impacto profundo del cambio climático, en el último territorio
natural que se mantiene prístino en el planeta. Es un llamado de atención desde el sur del
sur del mundo, a los tomadores de decisiones, a los estados, las grandes corporaciones, a
los grandes capitales. Tenemos sólo un hogar, y está en serio riesgo, debemos actuar
ahora, si queremos que las futuras generaciones tengan una oportunidad.
Ernesto Sepúlveda Tornero