A propósito del positivo impacto de la reinserción social en la comunidad, una silenciosa faena dio
sus frutos en Punta Arenas, luego que a fines de octubre el Centro de Educación y Trabajo (CET
Semi Abierto) de Gendarmería se comprometiera -en pleno Mes del Adulto Mayor- a reponer la
deteriorada pintura interior de las dependencias de la sede de la Asociación de Jubilados y
Montepiados de Punta Arenas.
Hace más de una década que este céntrico inmueble arrastraba un triste aspecto, ante el
impedimento de sus socios, directiva tras directiva, de poder costear la reposición de su otrora
colorido salón, con capacidad hasta para 100 personas. A sugerencia de la autoridad regional de
Justicia y Derechos Humanos, desde la dirección regional de Gendarmería se instruyó brindar
apoyo a alguna organización comunitaria de la tercera edad que lo requiriera, llegándose a tomar
contacto con su presidente, Carlos Chávez. Finalmente, cuatro internos del CET Semi Abierto del
Complejo Penitenciario de Punta Arenas hicieron realidad este sueño a punta de esfuerzo y
trabajo.
Este jueves, la remozada sede con su pintura ya finalizada fue visitada por la Seremi de Justicia y
DD.HH., Michelle Peutat, el Jefe Regional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), Nicolás
Soto, al Jefe del CET Semi Abierto, mayor Manuel Pinto y los propios ejecutores de dicha obra,
siendo agasajados por una agradecida comunidad de adultos y adultas mayores.
El trabajo de estas personas privadas fue destacado por la autoridad de Justicia, valorando
también a los depositarios de este esfuerzo, quienes creyeron en el trabajo realizado por los
internos del Centro de Estudio y Trabajo y abrieron las puertas de su sede comunal, favoreciendo
de paso a la reinserción social de estas personas. En esta línea, la Seremi de Justicia y Derechos
Humanos señaló que: “El cariño y confianza expresado por estas personas mayores a los internos
seguro contribuirá en su reinserción social, ya que la vinculación de la comunidad con la población
penal es un punto importante en el camino de la reinserción. Por lo que estar acá reunidos, nos
llena de alegría y agradezco a la Asociación de Jubilados y Montepiados por confiar en esta labor”.
El mayor Manuel Pinto, jefe de Unidad del Sistema Abierto, destacó que esta obra se hizo
«pensando en la comunidad, en el tesoro que tenemos en la comunidad, que son los mayores. de
ahí que tiene un valor bastante significativo el aportar un granito de arena, que iniciamos en el
Mes del Adulto Mayor, y que entregamos en este mes aniversario de Gendarmería”. Aunque poco
visibilizado como aporte, se mostró disponible como institución para aportar o ayudar a la
comunidad en algo que también los llene de alegría.
El interno Sergio Chiguay agradeció a Gendarmería y al CET Semi Abierto, por darles la
oportunidad y la confianza para poder ejecutar este trabajo, que realmente lo necesitaba esta
comunidad de adultos mayores. Con sus compañeros ya habían trabajado en el área de la
construcción, por lo que tenían las habilidades y el conocimiento para ejecutar este trabajo, el cual
entregaron listo con sus dos manos de pintura en cinco días, pensando en hacerlo lo más rápido
posible para que los pensionados cuenten con un ambiente más grato y puedan ocupar su sede a
la brevedad.
Carlos Chávez, presidente de la entidad beneficiaria, agradeció la colaboración de Gendarmería
“por cumplirnos un sueño y dejar el local maravilloso”, expresando su gratitud también a la Seremi
de Justicia, su equipo y al Director de Senama. Aunque agrupan a más de 50 socios y socias, dicho
local también es arrendado para un sinnúmero de actividades diurnas, destacando agrupaciones
folclóricas. De manera especial resaltó el apoyo de personas privadas de libertad: “Es un reflejo de
que nosotros todos como sociedad tenemos mucho valor, y en ese sentido nos necesitamos unos a
otros”. Fue tal la reciprocidad al punto que «a los muchachos que vinieron a pintar, yo les pasé las
llaves del local, les abrí la despensa para que ellos saquen las bebidas y lo que ellos quisieran, las
galletas, bebidas, café, té y se llevaron la llave, y -mientras duraron las faenas- yo no tenía acceso
al local». Hoy, por su ayuda enorme y generosa destacó que «ellos forman parte de la casa».
Por su parte, Rina Barría, socia ya por 15 años de esta agrupación, confesó que nunca había visto
tan linda su sede y agradeció esta mano de obra generosa, que les “cayó del cielo” y les permitió
tener muy rápido y más limpio este espacio para poder juntarse: “Por eso vinimos con el grupo un
rato a participar y servirles algo para agradecerles, porque decirles gracias no vale la pena sino que
con algo que uno comparta”.