Este viernes 19 hrs. el programa “El último tren a casa” que produce el Colectivo Aczión Kultural y que conduce Pedro Guichapany en radio Presidente Ibáñez presenta en la sección “Música para la Memoria” el capítulo “Café del Cerro: una trinchera cultura en dictadura”.
Marjorie Kush y Mario Navarro los gestores del Café del Cerro, la trinchera del arte en dictadura. El Café del Cerro fue una cafetería ubicada en Recoleta, Santiago de Chile, destacada por su actividad cultural durante la década de 1980, en plena dictadura militar pinochetista. Estaba ubicado en calle Ernesto Pinto Lagarrigue 192, en la esquina con Antonia López de Bello, en pleno Barrio Bellavista.
Peñas y cafés fueron los escenarios musicales más seguros en los años de toque de queda y represión militar, no solo para los cantautores sino también para quienes querían escucharlos en vivo. Aunque no fue el único ni el primero, el Café del Cerro perduró como un símbolo de esos espacios. Hoy el Café del Cerro es un gran símbolo de la música de resistencia en dictadura. Se asistía allí no sólo para escucharla, sino para saberse enlazado, sin necesidad de palabras, en un mismo espíritu de disidencia y anhelo democrático. Fue, además, un espacio de acogida a solistas y bandas que con más o menos oficio confiaban en la canción popular como soporte de libre expresión y crítica, incluso al medio de amenazas y censura.
Desde su entusiasta inauguración, en Ernesto Pinto Lagarrigue 192, el Café del Cerro fue un espacio abierto de acogida y particular sello de calidad. Eduardo Gatti, Schwenke & Nilo, Eduardo Peralta, Santiago del Nuevo Extremo, Hugo Moraga, Felo, Jorge Yáñez, Congreso, Wampara, Óscar Andrade, Gervasio, Isabel Aldunate, Cecilia Echenique, Sol y Lluvia y Huara figuraban como invitados frecuentes a su escenario. Identificada entonces bajo la etiqueta de Canto Nuevo, era una cantautoría afín a la trova y la raíz latinoamericana, repleta de metáforas que permitieran reflexionar sobre la situación del país sin llegar a una crítica explícita que los pusiera en riesgo.
Pero el espacio fue también importante para la largada de carreras asociadas al pop y otros géneros, como las de Los Prisioneros, La Ley, Fulano, Upa, De Kiruza e incluso la primerísima etapa de Los Tres. El Café del Cerro fue también muchas veces el primer escenario de reencuentro de músicos chilenos retornados del exilio.
“Entre sus paredes, desde el comienzo en 1983 y su cierre en 1992, resonaron el jazz y la experimentación, la cadencia de los cantautores, la sabiduría del folclor, la potencia de los grupos contestatarios, la alegría de las fiestas bailables, las carcajadas críticas del humor político, los altos decibeles del rock y del pop».
En el programa se escucha la voz de Mario Navarro, propietario, y se escuchan alguna de las voces que popularizaron el Café del Cerro.