Blanco, azul y rojo son los colores que durante septiembre se apoderan de vitrinas, fondas, afiches, y ceremonias en todo el país, pero en Magallanes se siente que los colores de la bandera regional podrían resaltar mucho más si es que a los días 18 y 19, se le agregara como día festivo el 21 de Septiembre, fecha que en el año 1843 significó la llegada de la Goleta Ancud al territorio austral.
Un feriado regional -en efecto- vendría a dar mayor realce a la proeza que la tripulación chilota realizó enfrentando diversos embates a fin de reclamar para Chile el lejano Magallanes, proeza que no solo tienen relevancia en nuestro territorio, sino que también en Chiloé, de ahí que nuestras culturas estén tan estrechamente ligadas.
Y sí, podría un día marcado en rojo en el calendario ser una forma de destacar el valor histórico y patrimonial de lo obrado, además de sumar posibilidades al turismo primaveral a nuestra zona, agregando un feriado más largo que podría, bajo ciertas condiciones, implicar una inyección económica al sector turístico y gastronómico para Magallanes.
Pero creo que no debemos perder el horizonte de seguir relevando a lo largo del tiempo esta fecha tan significativa para nuestra región, reconociendo el aporte de la cultura chilota a la sociedad regional, la influencia innegable en nuestro folclore, en nuestros valores, y en la forma de ser de las y los habitantes.
¿Cambiaría en algo la relevancia de esta conmemoración el que fuera feriado? En la forma, indudablemente que sí, pero en el fondo, la gesta heroica de la tripulación de la Goleta Ancud trascenderá por siempre como el primer paso dado para forjar a la Región de Magallanes que hoy conocemos.