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EX PRISIONERAS POLITICAS APORTARON REFLEXION ARTE Y MEMORIA EN CONMEMORACION DE LOS 50 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO

Las ex prisioneras políticas, respaldadas por la Seremi de las Culturas, el Arte y el Patrimonio de Magallanes, organizaron eventos reflexivos en los que el arte y la academia se unieron para provocar reflexiones y emociones en torno a las violaciones de los derechos humanos que ocurrieron durante el golpe militar de 1973. Estas actividades tuvieron como objetivo sacudir conciencias a través del arte y generar reflexiones profundas, con la firme convicción de que nunca más se repitan estas historias de dolor en nuestro país, expresó Magda Ruiz, ex prisionera política, detenida, torturada, enjuiciada en Consejo de Guerra y exiliada cuando apenas tenía 17 años.

Durante las tres presentaciones de «Hilos de la Memoria», los asistentes se conmovieron profundamente con esta intervención lumínica realizada sobre las ruinas de la Casa de Colón 636 en Punta Arenas, un monumento nacional que solía ser un lugar de tortura durante la dictadura.  La obra realizada por el colectivo “Últimaesperanza”, da vida a la narrativa colectiva creada por las mujeres ex prisioneras políticas de Magallanes y utiliza la luz y la tecnología de proyección de video para proyectar momentos cruciales de esta historia en los contornos del edificio.

El arquitecto Jorge Molina documentó meticulosamente la estructura original de la Casa de Derechos Humanos, y cada imagen y video proyectado se basa en su trabajo. Rosa María Lizama, ex prisionera política que lidera esta iniciativa junto a Magda Ruiz y artistas regionales, expresó la importancia de transmitir la memoria a las nuevas generaciones como una contribución a la garantía de no repetición de los horrores del pasado.

Por su parte, el artista visual Nataniel Álvarez, del colectivo “Últimaesperanza”, destacó la importancia de cuestionar y recordar los eventos traumáticos del pasado a través de esta intervención lumínica. El Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio subrayó el compromiso del gobierno en contribuir a la articulación de hitos conmemorativos en torno a los 50 años del Golpe de Estado y apoyar las iniciativas de sobrevivientes en su búsqueda de justicia y memoria.

Otra de las actividades realizadas fue la Clase Magistral del arquitecto Jorge Molina, presentada en la UMAG. Molina destacó la necesidad de superar las excusas que rodean la casa, que actualmente impiden avanzar en la memoria histórica. Subrayó la importancia de convertirla en un espacio de memoria, reflexión y diálogo para las nuevas generaciones y abogó por intervenir en el espacio público para mantener viva la memoria de los derechos humanos. También mencionó la relevancia de los «contramonumentos» para desafiar la narrativa histórica del victimario. 

Por su parte, el cineasta magallánico Leonardo Medel Lizama ofreció la charla: «Representación del Dolor» y las ex prisioneras políticas, Magda Ruiz y Rosa María Liza de un conversatorio en el liceo Sara Braun.

Charla Representación del dolor

El cineasta magallánico Leonardo Medel Lizama, es hijo de una de las prisioneras políticas más jóvenes del régimen militar en Magallanes. Gracias a una iniciativa de la agrupación de mujeres sobrevivientes de la dictadura en la región, Medel realizó una charla dirigida a artistas, estudiantes y agrupaciones, respecto de cómo han abordado estos temas los artistas que han trabajado el tema de las violaciones a los derechos humanos.

 “La idea es revisar las estrategias que diferentes artistas abordan para mostrar eso, que en el fondo es algo que no se puede mostrar, porque todas las representaciones quedan chicas, un poco ridículas alrededor del dolor verdadero, pero, igualmente, tenemos el deber de representarlo”, explicó el audiovisualista.

El arte enfrenta un desafío de representación y memoria de las violaciones a los derechos humanos, que artistas como el arquitecto Alfredo Jaar, el dramaturgo Guillermo Calderón, el poeta Aristóteles España y otros tantos creadores, han enfrentado empleando enfoques similares para transmitir estas experiencias traumáticas. “La mitad de mí está abordando esto desde un plano académico y la otra mitad de mí lo está abordando desde el plano de ser hijo de una ex presa política (Rosa María Lizama)”, confesó el autor, quien también presentó en el acto su cortometraje Colón 636.

Medel cuenta como ejemplo lo que sucedió con el libro El sur de la memoria de Aristóteles España, “donde mi madre y Magda Ruiz, y un grupo de amigos que eran todos menores de edad en el momento del golpe, cuentan sus historias. Yo revisé el libro hace como 6 años, y después de haber estudiado cine y de estar inmerso en el ámbito narrativo, me di cuenta de que era un muy buen libro, y sin embargo ellos sentían que su historia había sido completamente reducida”, reflexionó.