Tres años han trascurrido desde que se publicó el Estatuto Chileno Antártico, cuerpo legal muy
esperado y que, tras 6 años de discusión en el Congreso Nacional, tiene por objeto primordial el
proteger y fortalecer los derechos soberanos antárticos de Chile, adecuando nuestra legislación al
Tratado Antártico de 1959 y a los compromisos internacionales suscritos sobre la materia.
Dicho Estatuto, fijó un plazo de dos años contados desde su entrada en vigencia (marzo de 2021),
para que los Ministerios de Relaciones Exteriores, Medio Ambiente, Defensa Nacional, de
Economía y del Interior, elaboren y suscriban los reglamentos que permitan poner en marcha el
Estatuto Antártico y materializar la gobernanza en el territorio antártico. Sin embargo, el senador
por Magallanes, Alejandro Kusanovic, acuso que “a la fecha el Gobierno no ha dictado los
reglamentos necesarios para hechar andar el estatuto, los que se deberían haber publicado en el
mes de marzo de este año. Esto es un mandato de la ley, no es un favor, estamos en agosto y aun
no se publican.
Así por ejemplo, el parlamentario destaco que “dentro de los reglamentos pendientes, están los
que organizan el funcionamiento de los Comités Nacionales Antárticos, lo mismo con el
reglamento para las actividades antárticas que requieren autorización previa o el que pone en
funcionamiento el Comité Operativo para la Evaluación Ambiental, órgano encargado de evaluar el
impacto ambiental y certificar que las actividades y los proyectos cumplan los requisitos
medioambientales, lo que también está pendiente. Con los evidentes riesgos para la gobernanza y
la protección del territorio antártico chileno.”
Frente a esta situación, el parlamentario se encargó de oficiar a cada uno de los ministerios
responsables que no han cumplido con su obligación, pidiendo cuenta y exigiendo la
responsabilidades del caso, solicitando en el texto, poner todos sus esfuerzos para dar efectividad
a las disposiciones del Estatuto Chileno Antártico, calificando esta situación como “una omisión
grave e inexcusable, que corona una tendencia imperante en el Estado chileno respecto de las
zonas extremas y de la Antártica Chilena en particular. La política antártica chilena no es más que
una política de prestigio, de titulares y de fotos, que juega al solitario, elude las obligaciones
históricas y carece de una visión estratégica” apunto.
Finalmente, Kusanovic reclamo que “este incumplimiento, no solo genera un retraso evidente en
la implementación y ejecución del Estatuto Chileno Antártico, afectando la conformación y
funcionamiento de los órganos que le darán cuerpo, protección y dirección a la política antártica,
sino que también supone un freno evidente a la acción soberana de Chile en el continente
blanco”.