El “Proyecto de Apoyo y Priorización para la Reparación en Salud Integral de ex Presas y Presos Políticos Sobrevivientes de Prisión Prolongada” es una iniciativa nacida de la solicitud de las agrupaciones regionales de derechos humanos Orlando Letelier y Mujeres Ex Presas Políticas 73-74, que acudieron el año pasado al Gobierno Regional, a solicitar apoyo para sus integrantes. La prioridad recayó en la cobertura de necesidades urgentes de salud integral de 74 usuarios y usuarias que requerían acceder a diferentes prestaciones médicas, como exámenes y cirugías, en el contexto de Reparación de Derechos Humanos en Salud.
Para hacerlo realidad, el GORE formó un grupo de apoyo técnico integrado por la Universidad de Magallanes (UMAG), Secretaría Regional Ministerial de Salud Magallanes y Programa de Reparación y Atención en Salud (PRAIS) del Servicio de Salud Magallanes, y encargó su ejecución a la Fundación Hernando de Magallanes, organización compuesta por médicos y otros profesionales de la salud que buscan contribuir a mejorar la calidad de vida de la población, a través de operativos sociales, compra de nuevos equipos, realización de exámenes a bajo costo y desarrollo de investigación en la región.
Al cabo de cinco meses de labores, decidieron cerrar la primera etapa con una Jornada de DD.HH. y Salud, para socializar los principales hitos y experiencias del proceso, así como los criterios de buen trato en la atención de las y los sobrevivientes de este golpe histórico a la democracia chilena.
¿Víctimas o sobrevivientes?
En representación de sus pares, el ex preso político Baldovino Gómez Alba compartió la experiencia vivida en este proyecto, sin dejar de lado en su relato las aberraciones a las que fueron sometidos durante los primeros años de la dictadura chilena. Visiblemente emocionado, subrayó las edades de quienes sufrieron la prisión, en general, personas de menos de 20 años de edad, “cuyo único pecado fue ejercer dirigencias estudiantiles”. Sin embargo, pese a todo el horror, afirmó que no se sienten como víctimas, sino como sobrevivientes.
Consultado por la evaluación del impacto de este proyecto, Gómez fue enfático en afirmar que “es reparación. Que alguien te llame después de 50 años para saber qué necesitas, que digan que te van a ir a sacar el examen a la casa, que te aseguren una hora para que no tengas que esperar, que esta prioridad que hoy día se está pidiendo no suene con un privilegio sino como una urgencia, como un deber del Estado reparar, es reparación”.
El representante de la agrupación Orlando Letelier también celebró como un logro el hecho de que este programa sea único en Chile, y que se haya evacuado “una circular del Subsecretario de Redes Asistenciales el 3 de mayo, diciendo que debiera tener prioridad en la atención de los Servicios de Salud, esta primera generación de víctimas de graves violaciones a los DD.HH. aquí en Magallanes”. Además, valoró el rol de la Universidad y de la fundación, porque “son instituciones que dan garantía. La gente se siente segura. Yo he participado en varias actividades, y hay gente que por primera vez veo en una actividad pública”.
Una atención humanizada
Como presidente de la fundación ejecutora, el cirujano digestivo Alejandro Altamirano Mansilla explicó que lograron “encontrar un grupo humano capaz de atender estas necesidades, y atender de manera cálida, cercana, dando confianza y entregando nuevas herramientas para poder resolver las patologías médicas y crónicas que arrastran desde su quiebre biográfico estas personas. Buscamos tener un programa que pueda acercar cada día a más usuarios, a este gran grupo de humanización de la medicina”.
En cuanto a la formación profesional, la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, Dra. Cristina Furrianca Llaneza, reconoció que este trabajo “no ha sido fácil. Nos hemos ido dando cuenta de algunas debilidades profesionales en esto, sobre todo en el trato. Si bien nuestras carreras siempre han tenido esta impronta del cuidado, pasaba que en la práctica se fue un poquito olvidando”. A raíz de ello, en estas jornadas se enfocaron en “cómo debiera ser este cuidado humanizado; cómo debiéramos ser las personas con las personas. Ha sido una experiencia muy enriquecedora para estudiantes, académicos y para nosotros como equipo”, aseveró.
En concordancia con lo anterior, la conferencia magistral fue dictada por la enfermera matrona de la Universidad de los Andes, Dra. Zita Lagos Sánchez, investigadora en temas de calidez y cuidado cálido, quien explicó en detalle las formas de abordar a los y las pacientes con respeto y empatía. El público, en su mayoría, estaba formado por profesionales y estudiantes del ámbito de la salud.