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Tras 29 años de servicio funcionarios de INDAP despidieron a emblemática secretaria 

Tras 29 años de servicio en INDAP, Patricia Angélica Jaque Aldana, marcó por última vez la salida de su jornada laboral. Por su mente pasó una vida de imágenes. Gran parte de sus compañeros la acompañaron en el momento en que estampó su huella digital en el reloj control, ubicado a la entrada del recinto, para registrar su salida. Aplausos, y algunas lágrimas sellaron su partida.   

Previamente los funcionarios realizaron un desayuno y el día anterior las funcionarias de todos los servicios del agro, encabezada por la seremi de Agricultura, Irene Ramírez, realizaron un conversatorio de género y medio ambiente, y una once para despedir a la ilustre funcionaria. 

En la ocasión los colegas de INDAP leyeron una semblanza que sintetiza parte de la vida laboral de la funcionaria. 

“Según Google, JAQUE es un apellido de origen francés radicado, principalmente, en Barcelona y Zaragoza, siendo menor su presencia en Tarragona, Castellón, Girona, Lleida, Valencia, Madrid. En tanto, en el caso de Latinoamérica, la mayor cantidad de individuos con tal designio reposa en Chile, con un total de 7 mil 366.   

En cambio, ALDANA es un apellido muy poco frecuente y repartido por España con un origen que data del año 507, cuando gobernaba el Rey Teodorico.   

Patricia Angélica lleva los dos. Y durante 29 años su rúbrica y pluma talentosa puso ritmo a los papeles y a toda la documentación ejecutiva del Instituto de Desarrollo Agropecuario de Punta Arenas.    

Por eso hoy estamos acá. Para reconocerla.  Y valorar su entrega, compromiso, y servicio, porque con su partida también desaparecen trozos invaluables de la historia de INDAP.  

Parece apenas un breve suspiro cuando el 2 de mayo de 1994 ingresó al servicio.  Ese lunes inolvidable, Nelson Mandela ganó de manera abrumadora las primeras elecciones democráticas en Sudáfrica.  Y un día antes los trabajadores recordaban las luchas sindicales y los propósitos y fundamentos de la organización.  Patricia entonces tenía 29 años menos… Y así de joven, pero con la misma elegancia de hoy, asumió la tarea de ser la mano derecha de todos los directores regionales de INDAP.  Hasta hoy guarda con recelo, bajo una lápida de silencio, las anécdotas, chascarros e intrigas de sus jefes. En orden cronológico ayudó (soportó) a: Walter Ojeda, José Guzmán, Jorge Urrutia, Víctor Vargas, Jaime Baeza, Víctor Vargas, Petar Bradasic, y Gabriel Zegers… Solo por esa capacidad de resiliencia merece ya un fuerte aplauso. Lamentablemente nunca tuvo una jefa mujer.  

Extrañaremos Patricia tu presencia y las sesiones gratuitas de psicoanálisis en el sillón de cuero negro.  Queda un vacío.   

Esperamos que el nuevo camino sea de gozo y alegrías. Y que las nuevas líneas que sumen los años sean solo las marcas nobles de la risa.  Y que al cerrar este capítulo empiece uno de viajes permanentes…   

Un abrazo de los colegas de INDAP, los que están y los que ya partieron”.