El mejor aliado de los peluqueros es el viento que despeina cabelleras, no así el de los pequeños agricultores que muchas veces ven impotentes cómo el soplo de aire de la Patagonia con fuerza raja el plástico de sus invernaderos. ¿De qué forma se resuelven esos problemas?, ¿qué materiales utilizan en las construcciones? y ¿cuáles son las recomendaciones para resistir a los embates de la naturaleza? fueron algunas de las preguntas que respondió el equipo técnico de INDAP, liderado por el director regional (s), Gabriel Zegers, durante una visita a distintos predios de la región, tras las últimas rachas de viento que alcanzaron los 145 kilómetros por hora.
La mayoría de los invernaderos pasó la prueba, principalmente los fabricados con metalcon y policarbonato alveolar. En tanto, algunos de los construidos con cubiertas de plástico que cumplieron el período de vida útil informado por los fabricantes, sufrieron rasgaduras.
“Lo importante es hacer las mantenciones y cambiar los plásticos según corresponda. Estos están señalados por el fabricante y encontramos algunos que pueden alcanzar una vida útil de cuatro, tres o dos temporadas. También es importante que la instalación sea en la época del año correcta para asegurar al máximo el tensado del plástico”, precisó Pablo Fernández, Jefe de Área de INDAP Punta Arenas.
Otra de las recomendaciones es escoger un lugar apropiado para la construcción del invernadero. Siempre se recomienda construirlos a lo largo, siguiendo el sentido de los vientos predominantes para evitar que el viento azote el costado de los invernaderos.
De igual forma, los profesionales de INDAP resaltaron la importancia de construir cortinas cortaviento, cuya altura supere idealmente la cumbrera del invernadero. “Las cortinas deberían ser de malla cortaviento 50-50 o tablas de madera espaciadas 1 a 2″. Ello protege enormemente la estructura y la cubierta. Es decir, si el viento viene con rachas de 140 Km/h, este se reduce a 70Km/h”, explicó Zegers.
En cuanto a la estructura de invernaderos de madera, se recomienda el uso de la Lenga, por su gran flexibilidad, lo que la hace muy resistente al viento.
“Para el Policarbonato, se recomienda el de tipo alveolar, que posee mayor capacidad térmica. En horticultura se utiliza principalmente el alveolo de 4, 6 u 8 mm, siendo el de 6mm el más utilizado por su buena durabilidad y resistencia. Al igual que el polietileno, se debe instalar la capa con filtro UV hacia el exterior, de lo contrario las planchas se tornarán amarillas al cabo de poco tiempo y serán más propensas a romperse. Lo principal con el policarbonato es utilizar buenas fijaciones. Tornillos autoperforantes de cabeza hexagonal y golillas de 24 a 35 mm de material EPDM o similar. No se deben utilizar golillas fabricadas de PVC, pues éste es químicamente incompatible con el policarbonato y en poco tiempo el PVC literalmente «quema» la circunferencia de la golilla, lo que lleva a que la plancha se suelte y se rompa con el viento”, precisó Zegers.
Los profesionales de INDAP hicieron un llamado a realizar antes de cada nueva temporada agrícola una mantención de los invernaderos, procurando reemplazar las maderas que se encuentren en mal estado o descompuestas. Y en el caso del Metalcon revisar el estado de las fijaciones.
Finalmente, cabe destacar que el Gobierno Regional dispondrá próximamente de fondos para 80 agricultores de Punta Arenas, orientado a la reparación de infraestructura, especialmente invernaderos y que el INDAP, adicional a su línea de créditos a corto plazo, con solo 3% de interés, abrirá un Programa de Inversiones para usuarios SAT, orientado a la habilitación de nueva infraestructura productiva.