Amigos y amigas. Vengo a hablarles del futuro. No haré en esta ocasión la reminiscencia del
acontecer semanal, del que se ha hablado ya tanto, y que satura a cualquiera, con su detallada
enumeración de eventos polarizantes. Sabrán perdonarme. Hablaré del futuro, pero con la mirada
sorprendida del lector de autores, que, con su imaginación, anticiparon lo que hoy vivimos, y tal vez lo
que vendrá, cuando nosotros ya no estemos por acá. Siempre fui voraz lector, y uno de mis favoritos fue
Julio Verne, (1828-1905), este escritor, además de poeta y dramaturgo, anticipó en sus obras, avances
tecnológicos o descubrimientos, que se darían más de medio siglo después. Así describió un artefacto
volador, que hoy conocemos como helicóptero en una novela de 1886. Notable es su descripción de una
nave espacial, en su libro “De la tierra a la luna”, de 1865. Algunos ven la anticipación del internet, en
“Paris en el siglo XX”, publicado en 1864. Después de Verne, y ya entrado en el siglo XX, tenemos al
escritor Aldous Huxley, (1894-1963). La obra que me impactó de este autor es “Un mundo feliz”,
publicado en 1932. En ella anticipa lo que vivirá el mundo, en un estado totalitario, con control absoluto
sobre la población. El uso de la tecnología para producir artificialmente seres vivos, que anticipa la
fertilización in vitro. Pero también algo más inquietante, y que la ciencia hoy podría realizar. El diseño
genético, para producir seres humanos de distintas categorías, diseñados para cumplir funciones
específicas. En este mundo feliz de Huxley, la población vive sin pobreza, ni guerras, son saludables, en
apariencia cuentan con todo para estar satisfechos. Tienen acceso a tecnologías de entretenimiento
como cine en tres dimensiones, y comunicación móvil, a través del “intercomunicador”. Pero la
humanidad carece del valor más preciado, su libertad, hombres y mujeres no son más que piezas en una
eterna cadena, de control absoluto.
Otro autor anticipatorio en cuanto a lo que hoy vivimos, o vendrá en el mañana, mi autor predilecto
es Ray Brabdury (1920-2012). Quizás una de sus obras más conocidas es “Crónicas Marcianas”,
publicada en 1950, donde narra la conquista y civilización humana del planeta Marte. Su lectura deja
primero perplejo, por la forma en que describe a la civilización marciana, con curiosa semejanza a
nosotros mismos. Una obra anticipatoria, no sólo en cuanto a la posibilidad de llegar a ese planeta, con
naves espaciales, sino también, en cuanto a la consciencia ecológica, algo desconocido, y aún no
desarrollado. Bradbury, hace una crítica implícita, a la sociedad de consumo, a la visión de la mujer, y de
la población afroamericana. De algún modo, se encuentra en estas líneas de mediados del siglo XX, una
advertencia a nuestra sociedad y a la que está por venir, sobre los peligros que entraña la creencia en el
progreso infinito, y la arrogancia subsecuente. Otro autor prolífico, y que incursionó en el género de
ciencia ficción, pero es famoso, por su notable aporte en la divulgación científica, es Isaac Asimov (1919-
1992), y fue el creador de las llamadas tres leyes de la robótica, que se aplican hasta hoy día en todo
dispositivo de esta naturaleza. Estas provienen de su relato “Círculo vicioso”, publicado en 1941. Estas
son: Primera Ley, un robot no hará daño a un ser humano ni, por inacción, permitirá que un ser humano
sufra daño. Segunda Ley, un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción
de aquellas que entren en conflicto con la primera ley. Tercera Ley, un robot debe proteger su propia
existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Amigos y amigas, he hecho esta introducción literaria, para introducir al tema que marcará esta
semana, y espero que también las futuras. Esta semana se efectuará en todo Chile la duodécima versión
del Congreso futuro, que organiza el Senado de la República, junto a la fundación Encuentros del futuro,
es la mayor instancia de Sudamérica, dedicada a la divulgación de los avances en ciencia y tecnología. En
esta ocasión el Congreso futuro lleva por nombre “Sin límite real”, apuntando a la relevancia que tiene
en nuestras vidas, el avance en el llamado Metaverso, el espacio virtual, que, a través de tecnologías en
tres dimensiones, permite trabajar, reunirse, o entretenerse en juegos u otras actividades sociales. Los
límites entre lo real y lo virtual, sus implicancias, sus oportunidades. De algún modo, la realidad descrita
por los autores de ciencia ficción, está cada vez más cercana a nuestras vidas. Y de esto expondrán, y
generarán discusión los principales hombres y mujeres de ciencia, que estudian estas temáticas en el
mundo. Estarán presentes el lingüista, profesor, y escritor, considerado el fundador de la lingüística
moderna, Noam Chomsky, el que formula una crítica al rol que juega la ciencia, en relación a los
problemas de la humanidad. También estará Rattan Lal, Premio Nobel de la Paz y Premio Mundial de
Alimentación 2020, el que expondrá sobre los desafíos de desarrollar una agricultura responsable con el
medio ambiente. Expondrá, la socióloga estadounidense y especialista en revolución digital, Shoshana
Zuboff. Asimismo, Rita Sing, profesora, investigadora y desarrolladora, de Inteligencia Artificial aplicada.
De estos expositores, me interesó el trabajo de Shoshana Zuboff, quien es profesora emérita en la
Harvard Business School, y Ph. D en Psicología social Harvard University. Su obra principal se denomina
El capitalismo de vigilancia, en el que advierte de la mercantilización de datos personales. Esta sería una
nueva forma de mercado y una lógica específica de acumulación capitalista. Así, tecnologías como el Big
data, serían dispositivos, destinados a conservar información, para su transformación en datos de
comportamiento, para su análisis y venta. En la teoría de la profesora Zuboff, esta mutación del
capitalismo, constituye una nueva expresión de poder, en que el uso de mecanismos ocultos de
extracción, mercantilización y control, amenaza valores fundamentales como la libertad, la democracia o
la privacidad. Tanto Google como Facebook, dieron inicio al capitalismo de vigilancia, así se sustituye la
producción en masa y de gestión, propios del capitalismo de producción, iniciado por Ford y General
Motors, hace cien años, por el capitalismo de información. Una advertencia realizada casi cien años
antes, por Aldous Huxley, se vuelve inquietantemente real hoy. La profesora Shoshana Zuboff, advierte
de la ignorancia en que se encuentra la mayoría de la población, en cuanto al desarrollo de estas
tecnologías, y a la explotación de la información con fines de lucro. El común de las gentes, podría
perder incluso el principio de autodeterminación, sea por ignorancia, falta de atención o indefensión
aprendida. Los modelos mentales de que dependemos provienen del siglo XX, y las herramientas
desarrolladas para defendernos de las experiencias totalitarias del siglo XX, no sirven o son insuficientes
para los nuevos desafíos. Para inquietarnos aún más con esto, otra de las expositoras, Rita Singh de la
Universidad Carnegie Mellon, expondrá su trabajo en el desarrollo de algoritmos para el reconocimiento
de voz por computadora e inteligencia artificial. Su trabajo permitió que los sistemas de procesamiento
de voz fueran completamente generalizables, sus algoritmos permitieron el descubrimiento y el
aprendizaje automatizados. Asimismo, construye la ciencia de perfilar humanos a partir de su voz. Es
decir, a través de la voz, esta tecnología podrá deducir parámetros físicos, fisiológicos, médicos,
psicológicos, sociológicos, conductuales y ambientales del hablante. Por cierto, que esto releva con
mayor seriedad la advertencia de la profesora Zuboff, y muestra lo expuestos que estamos. Para quienes
deseen se podrá seguir el evento a través del sitio www.congresofuturo.cl
Ernesto Sepúlveda Tornero