Cada cierto tiempo nuestra región se ve tensionada por la puesta en marcha o la expansión de iniciativas productivas que bajo la premisa de crear empleos y desarrollo, se instalan en Magallanes. Hay que decir que además de crear empleo y poder generar desarrollo generan importantes utilidades para sus dueños e inversionistas lógicamente.
La polémica casi siempre ha estado presente entre quienes están a favor y los que generalmente por protección ambiental y del ecosistema se oponen o exigen más y mejor regulaciones y control. Esto no es nuevo y no queremos referirnos sólo a las disyuntivas presentes, Carbón con Tronaduras y cultivos de Salmones en la provincia Antártica Chilena. La historia reciente y pasada de Magallanes está escrita con conflictos similares, que en algunos casos, en el pasado no generaron resistencia, al menos de los chilenos y los magallánicos, por ejemplo, cuando se comenzaba a introducir la ganadería y había que “hacerle espacio” a las ovejas, se hizo roce a fuego en nuestros bosques, cuyos restos encanecidos ya sea de pie o derribados podemos ver en casi todo nuestro territorio, no dijimos nada, Después el bosque era rentable, entonces había que hacerlos chips para exportar, fracasaron. Ruido hizo el intento de instalación, de una gran represa, para generar energía para una planta de aluminio, y así, muchos casos más.
Con ilusión, en variadas oportunidades he sido parte de quienes desean poder aportar en establecer criterios claros, parámetros fiables para el desarrollo, reconozco mi fracaso, y así por ejemplo determinar sectores para la Acuicultura, el Turismo y la Recreación y la Pesca Artesanal de nuestras extensas costas, lo que desgraciadamente no ha ocurrido o encuentra trabas serias para poder aplicar criterios lógicos, que deben ir más allá del posible empleo, del desarrollo y de las legítimas utilidades.
Como región y comunidad estamos en deuda, no tenemos, estrategias, planes y programas de desarrollo regional, y cuando los hemos tenidos, han sido efímeros no se han actualizado, la autoridad política ha sido débil en aplicarlos y queda atrapada en el día a día, o en los indicadores de empleo, de productividad, etc. Las organizaciones sociales de todo tipo desde las gremiales a las profesionales y sociales, han sido poco constante y perseverante, o han privilegiado sólo una arista.
La Estrategia a mi juicio, es un conjunto de acciones planificadas sistemáticamente en el tiempo que se llevan a cabo para lograr el fin o misión establecida como anhelo común.
Un Plan de Desarrollo es un instrumento de gestión para impulsar el desarrollo social del territorio, en un proceso social permanente, eficiente, sustentable y sostenible para identificar los objetivos, estrategias, metas, procedimientos y recursos, que respondan a los propósitos de progreso y bienestar identificados por la región.
La regionalización en marcha, que es más que la simple elección de nuestras autoridades, debe hacernos meditar en lo necesario de empezar ya entre todos y todas el trabajo, así habrá certeza que no importa quién administre la región (gobierne), nuestro desarrollo será coherente con lo que definimos como bueno para nosotros los magallánicos como parte de nuestro país.
Debemos definir ya nuestras prioridades, nuestro fin, nuestra misión.
Como comentario adicional, no se ve como razonable instalar jaulas con salmones, en la Provincia Antártica, en Cabo de Hornos, en sitios, donde por defender nuestra soberanía, casi perdemos la paz. Si es el lugar de las condiciones ambientales más puras y de las aguas más limpias del planeta, ¿será necesario ensuciarlas, contaminarlas, con los lógicos desechos de la salmonicultura, no habrá un lugar mejor para aquello?
