¿Ya que demandan pedir disculpas, porque no le piden a carabineros excusas por quitar vidas, vistas, golpear indiscriminadamente, reprimir y torturar a miles de ciudadanos?. Podrán controlar los medios de comunicación, distorsionar descaradamente la verdad, más no podrán prescribir ni anular la memoria.
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1.- Hace algunas semanas se cumplió un nuevo año desde la muerte de Manuel Bustos Huerta y es bueno recordar y compartir con otros lo que en algún momento expresamos y dijimos.
Tuvimos varias discusiones con el huaso – como cariñosa y también despectivamente se le llamaba – siempre en el marco del respeto y el bien mayor que eran los trabajadores, por eso le escribimos algunas líneas recordando el trabajo en conjunto.
«Hacía calor ese mediodía del 28 de septiembre de 1999, cuando fuimos a despedirte con algunos de mis compañeros de gremio. A todos nos llamó la atención la enorme cantidad de gente congregada, el desfile interminable y los discursos de despedida. Y es que nos recordamos de aquellas ocasiones en que apenas éramos unos cuantos para cortar tal o cual calle, o llegábamos con suerte al centenar cuando se trataba de parar el tránsito en la Alameda, ahí cerquita de la CUT, o ir a manifestar ante los edificios de Gobierno y de los empresarios. Pese a estar “en democracia” no eran muchos los que se aparecían cuando había que expresar el rechazo a medidas que atentaban contra los escuálidos derechos laborales. Pensar que si estos miles de miles presentes en tus honras fúnebres, hubiésemos estado en las movilizaciones o las acciones convocadas, capaz que se hubiese podido conseguir un mejor ingreso mínimo o mejores leyes laborales de las que hoy rigen la relación patrón – trabajador.
Recibías duras críticas, pero muchos de tus críticos no estaban cuando había que «dar la pelea». No fue ese mi caso, ya que aunque critiqué abiertamente tu estilo de dirección, estuve cuando convocabas. No compartí en ocasiones tu actuar acaballado, pero si teníamos que salir te acompañaba. Más de una vez nos agarramos fuerte en una discusión, pero ayudé colocando las manos y el cuerpo delante tuyo, cada vez que te arrojaron porquerías en alguna manifestación. Así fue tu vida en el sindicalismo que yo alcance a conocer y así la relato a los jóvenes que recién ingresan a la causa y que a veces traen una imagen preconcebida que no calza con la realidad».
2.- «Compañero Manuel: Estuvimos en trincheras distintas en lo político y en lo sindical. Discutimos de frente y también nos confrontamos a través de la prensa, nos mandamos a la cresta muchas veces, pero nunca nos vimos como enemigos. Recuerdo que nos reímos de buena gana haciendo recuerdos, cuando pude visitarte en tu casa por algunos minutos mientras combatías la enfermedad que finalmente te llevó a la muerte. Se te extraña, como se extraña a Luis Emilio, Clotario, Héctor Cuevas, Juan Gianelli, Lucho Figueroa y tantos otros
Se echa de menos tu presencia como la de Rene Rosales Peña, Eduardo Lara, Galvarino Arqueros, Lucho Font y tantos de mi gremio y los compañeros de otros gremios que deben estar trabajando fuerte por el sindicalismo en donde se encuentren.
Al cumplirse el 27 de Septiembre un nuevo año de tu fallecimiento, queremos recordarte en nuestra organización. Ya no somos los gastronómicos como tu nos conociste, hoy somos la CGT, tenemos muchos más afiliados que entonces, contamos con presencia en empresas de distintas áreas de producción. Crecemos y avanzamos pese a las dificultades.
Es el mejor homenaje que se te puede rendir».
3.- Avanzar en lo bueno y corregir lo malo es la tarea después de la generación de Bustos, Labraña, Guzman. Volver a tener a la clase trabajadora y sus demandas insatisfechas como máximo referente.
Educar , Organizar y Luchar es la tarea que sigue vigente.