1.- Cuando adolescente conversé poco con mi padre. Salía a las 6 de la mañana y regresaba ya con la noche, después de las horas extras, y aún así no le alcanzaba. No le gustaba la política, su vida era jugar al fútbol y era de los buenos, debo reconocerlo. Si no trabajo no como, me decía cuando me arrancaba para salir a pintar muros o repartir propaganda. Hace mucho tiempo le escribí esto:
«Es cierto papá, si no trabajamos no comemos, pero no podemos cerrar los ojos a lo que está pasando por frente nuestro. Miles se la jugaron en el gobierno popular por dar algo a los que nada tenían. El esfuerzo de unos que trabajaron por otros que no conocían, permitió que a los niños chilenos se les diera ½ litro de leche diario, que se combatiera hasta vencer a la desnutrición y el analfabetismo. Muchos por solidaridad labraron la tierra y se llenaron las manos de callosidades. Otros tantos hacían filas interminables para pasar, de mano en mano, los sacos de trigo que llegaban en los trenes de carga, desde el sur. Es cierto que hay que trabajar duro para alimentar a la familia, pero el pago debe ser justo y el trato digno. Tu y millones como tú, producen riquezas para una minoría, que ni siquiera les retribuye como corresponde. Las ciudades, las calles, los caminos, los países, el mundo, todo requirió de la fuerza del hombre, para ser lo que es.
¿Y que se le otorgó al hombre a cambio?.
Primero la esclavitud, luego el pago en fichas que solo podían canjearse con el que las entregaba, jornadas de trabajo interminables que minaron y destruyeron la vida del obrero y continuaban con sus hijos, quienes desde pequeños no veían en el horizonte mas futuro que el terrible presente de su padre. Fue el rechazo a la explotación que se expresó en pequeños círculos y creció hasta hacerse gigante, lo que generó las organizaciones y la lucha por un futuro mejor.
Fueron las ansias de cambio de millones las que llevaron a Allende a ser electo presidente. Fueron los cambios hechos los que provocaron el golpe.Por eso no basta con trabajar para comer.
Hay que luchar para que a ninguno le falte.»
2.- Mi padre sufrió mucho con la detención y muerte de sus compañeros de trabajo, más aún cuando casi todos eran sus amigos también.
En Canadá, desde 1984, escribió un poema que por ahí alguien musicalizó y que no supimos atesorar como es debido. Quizás qué camino siguió esa creación musical.
“ Hoy que es el mes de septiembre, fecha de otro aniversario, me recuerdo con tristeza de los once ferroviarios. Los sacaron del trabajo al que nunca regresaron y jamás el gremio supo el porqué los fusilaron. Del compañero Vivanco nunca me podré olvidar cuando ese día al taller lo vinieron a buscar. Nos dijeron, nada grave, solo va por un momento lo vimos tiempo después cuando lo entregaron muerto. Tambien sucedió lo mismo con todos los otros diez los que fueron masacrados y no supieron por qué. Hoy después de tanto tiempo me pregunto desolado, que hicieron mis compañeros para morir fusilados. Que hicieron mis compañeros para morir fusilados.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria