Un importante convenio firmaron el Centro de Formación Técnica Estatal de Magallanes (CFT Magallanes) y el ministerio del Medio Ambiente con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con el objetivo de generar instancias académicas y de difusión para favorecer el conocimiento y la valoración de la biodiversidad de la Patagonia. En este marco, ambas instituciones promoverán la realización de actividades de educación, investigación y desarrollo, centradas especialmente en el conocimiento de las especies exóticas invasoras (EEI). En lo relativo a la educación, se realizarán actividades tales como charlas y cursos para avanzar hacia la capacitación y certificación de restauradores ecológicos, quienes cumplirán un rol fundamental en la recuperación de ecosistemas dañados por el castor en Magallanes.
El restaurador ecológico estará capacitado en las competencias necesarias para intervenir en un territorio impactado por el castor, y realizar acciones de remoción de la especie y recuperación de los ecosistemas, mediante el monitoreo de variables ambientales hoy contempladas en el Plan de Gestión
El castor está presente en Tierra del Fuego desde 1946 cuando fue introducido en la porción argentina del lago Fagnano, al sur de la isla, con el fin de crear una industria peletera que no prosperó. Desde entonces, la especie ha proliferado hasta colonizar todo el archipiélago fueguino. En la década del 60 cruzó el estrecho de Magallanes y se asentó en la península de Brunswick. Su presencia al sur del continente magallánico representa una severa amenaza para los ecosistemas subantárticos, pues la acción del castor provoca la destrucción de los bosques de ribera. Los daños que ha provocado en la región de Magallanes ascienden a 73 millones de dólares y representan una amenaza a la biodiversidad de la Patagonia.
Para enfrentar esta problemática ambiental, la seremi del Medio Ambiente y el gobierno regional encabezarán un Plan de Gestión para el control de la especie, el cual “será una política pública que se implementará sobre la base a una hoja de ruta a quince años, en la cual las acciones de recuperación de ecosistemas serán coordinadas según las necesidades de los territorios”, explicó la seremi del Medio Ambiente de la región, Daniela Droguett.
En el marco de la ejecución de este plan, el coordinador nacional del proyecto GEF Castor, Felipe Guerra, señaló que “para nosotros, como proyecto implementado por la FAO, el rol de los restauradores ecológicos será fundamental, pues serán las personas capacitadas en evaluar la mejor forma de ejecutar acciones de recuperación de ecosistemas impactadas por este roedor, con una mirada integral que apunte no solo a la remoción de ejemplares, sino principalmente a recuperar ese ecosistema a una condición saludable”.
Por su parte el rector del CFT Estatal de Magallanes, Christian Quezada, resaltó que esta iniciativa se inserta en el “permanente interés de nuestra institución formativa por otorgar nuevas herramientas y oportunidades a las y los estudiantes y también a la comunidad de Tierra del Fuego y de la región, en temáticas que son pertinentes con la realidad local y con las necesidades del territorio”.