La descripción de la nueva especie identificada como Rayadito subantártico (Aphrastura subantarctica), es publicada en la revista científica internacional de Nature “Scientific Reports” artículo que presenta el resultado de la investigación desarrollada durante seis años por investigadores del Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural (CHIC), proyecto basal financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, que desarrolla estudios científicos con aplicación para la conservación en la Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos.
El equipo de investigadores fue liderado por director del CHIC, ecólogo y académico de la Universidad de Magallanes y Universidad de North Texas, Ricardo Rozzi, junto a Claudio Quilodrán, Esteban Botero Delgadillo, Constanza Napolitano, Juan CarlosTorres Mura, Omar Barroso, Ramiro Daniel Crego, Camila Bravo, Silvina Ippi, Verónica Quirici, Roy Mackenzie, Cristián Suazo, Juan Rivero de Aguilar, Bernard Goffinet, Bart Kempenaers, Rodrigo Vásquez y Elie Poulin, este último director del Instituto Milenio BASE.
Muchos de ellos realizaron trabajos en la zona del archipiélago islas Diego Ramírez, especialmente en isla Gonzalo, localizada al sur del Cabo de Hornos, a poco más de 800 kilómetros de viaje al sur de Punta Arenas navegando por los canales.
El Rayadito subantártico se distingue de la especie de Rayadito spinicauda (Aphrastrura spinicauda) que habita en los bosques australes de la Patagonia y más cercano como los que se distribuyen en la isla Navarino, en Puerto Williams, donde nidifican en las cavidades de los árboles. Esta nueva especie nidifica en la superficie en medio del pasto y su aspecto morfológico es más robusto con un peso de 16 gramos aproximadamente (12 grs el rayadito normal), con un pico más grande, un tarso más largo y cola más corta. Además, se mueven a distancia más cortas desde el nivel del suelo y vuelan a distancias más cortas. El hábitat que enfrenta la nueva especie es extremo, con rachas de viento que normalmente superan los 100 kilómetros por hora.
El área es de gran interés para la conservación marina y el acceso para la investigaciones ha sido brindado por la Armada de Chile, en una alianza de investigación y soberanía que se desarrolla por más de 20 años en el área. Allí los investigadores han desarrollado sucesivas campañas siendo trasladados con apoyo de buques de la Armada donde la institución mantiene la casa faro que es habitada por efectivos navales.
El académico de la Universidad de Magallanes y de la Universidad de North Texas, además director del CHIC, Ricardo Rozzi, destacó que “esta investigación ha sido como una obsesión de como un ave, que vive en el hábitat de bosques, que tiene el hábito de vida de alimentarse en los troncos y ramas, de nidificar en cavidades de troncos, como llega a vivir en este caso en un lugar donde no hay árboles, no hay arbustos y ninguna especie leñosa, literalmente en medio del océano un ave de bosque ha logrado sobrevivir”.
“Las islas Diego Ramírez son aún muy poco conocidas por la sociedad chilena, y esta pequeña ave endémica será un símbolo o especie emblemática que contribuirá a su conocimiento para la cultura del país. El conocimiento, valoración y protección de este archipiélago continuaremos haciendo con el liderazgo científico de la UMAG en una labor colaborativa con el GORE de Magallanes, la Armada y otras instituciones públicas”, destaca el investigador, Ricardo Rozzi.
El biólogo de la Universidad de Chile y vinculado al CHIC, Rodrigo Vásquez, especialista en aves, dice que “ahora se encontró esta especie, que estaba descrita en literatura muy básica, como perteneciendo a la misma A. spinicauda (rayadito), pero gracias a un estudio un poco más profundo logramos genéticamente ver que se diferencia en una mutación con el resto de la especie del Rayadito clásico, además de deferencias morfologicas y comportamentales”.
Hay algunos individuos con escasa diferencia genética en la isla Cabo de Hornos. Destacan sus rasgos morfológicos como sus patas que son más grandes, mayor peso corporal y cola más corta, lo cual pareciera no lo hace gran volador dado los altos vientos en las islas Diego Ramírez, donde la vegetación es baja y los nidos los hace a nivel de suelo como lo detectaron.
La investigadora Constanza Napolitano, académica del Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad de la Universidad de Los Lagos, en Osorno, recuerda que ella lideró una parte de los análisis genéticos, mientras que otra parte la abordó el grupo de Esteban Botero. Destaca el trabajo colaborativo realizado entre distintos investigadores que aportaron para llegar a estos resultados, y el abordaje de la pregunta científica de forma integrativa, desde distintas aristas y aproximaciones metodológicas complementarias.
El rector de la Universidad de Magallanes, José Maripani, destacó este trabajo y afirmó que
“esto demuestra la importancia que tiene para la Región de Magallanes y Antártica Chilena,
como para nuestro país y el mundo que se identifique una nueva especie de ave terrestre
que habita más al sur del Cabo de Hornos y al mismo tiempo lo trascendente que resultan
las iniciativas de conservación como el Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake
para la conservación de diferentes especies y donde la Umag ha trabajado en la propuesta
del plan general de administración de ese parque marino”.
El Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural (CHIC su sigla en inglés por Cape Horn International Center), es un centro de excelencia basal financiado por la ANID y constituido por la Universidad de Magallanes como unidad albergante y con la participación de la Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica, Universidad Central, Universidad de Talca, Universidad Católica de Temuco, Universidad de Los Lagos y el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, CIEP.