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VUELVE EL RADIO TEATRO EL SINIESTRO DR. MORTIS

Durante el mes de julio cada martes y jueves el programa “El último tren a casa”  que produce el Colectivo Aczión Kultural  y  que conduce Pedro Guichapany en Radio Presidente Ibáñez presentará el clásico radioteatro “El Siniestro Dr. Mortis” con historias de misterio, suspenso y terror. Esta fue una creación del magallánico JUAN MARINO CABELLO en la década de 1940. Junto a su esposa EVA MARTINIC   produjeron una gran cantidad de obras de radioteatro.  La historias del Dr. Mortis irán los días martes y jueves a las 19 hrs. (horario de Magallanes) con repetición a la medianoche.

Juan Marino CabelloJuan Marino Cabello nació en Punta Arenas, Chile, el 7 de septiembre de 1920. Cosme Marino Stornaiolo y Amelia Cabello Ríos (italiano y argentina, respectivamente) fueron sus padres. Gaspar, Antonio, Cosme (argentinos los tres) y Rafael (italiano) fueron sus hermanos. Marino fue actor, prolífico guionista, un gran melómano y músico profesional, trombonista, contrabajista y baterista ocasional (por lo menos hasta 1960). Fue autor de letras de canciones, integró varias agrupaciones locales y hasta dirigió orquestas en Santiago, Punta Arenas y Comodoro Rivadavia (Argentina). Entre sus múltiples actividades, trabajó en el Banco de Crédito e Inversiones y en ENAP.En Comodoro Rivadavia fue empleado de Vialidad Nacional, al tiempo que hacía radio. Dirigió y animó programas como “Patio Chileno”, “Ritmo de Tango” y “Jazz en el Tiempo”.Fue ayudante de contador público y escribió el libro “Guía de la música popular en Chile” (1800-1980). Aún hay muchos aspectos de su vida que nos son desconocidos, lo que lo convierte en parte del mito que rodea a una de las creaciones más destacadas de su carrera: El Siniestro Doctor Mortis. Falleció en Trelew, Argentina el 12 de junio de 2007.

El Dr. Mortis

El personaje del Siniestro Doctor Mortis fue creado por el guionista Chileno Juan Marino Cabello. Fue en Punta Arenas, primero en forma de un radioteatro que se transmitió exitosamente en diferentes emisoras Chilenas entre 1945 y 1982.

Simultáneamente el personaje se volcaría a las páginas de comic y obtendría su propio programa de televisión entre 1971 y 1973, a través de las pantallas de Canal 13. Se editaron varios longplay con episodios de la serie radial, e incluso un disco de música tropical. En 1973 la Editorial del Pacífico publicó tres libros de cuentos con las Memorias del Dr. Mortis escritos siempre por Juan Marino.

La verdadera esencia del personaje nunca fue declarada explícitamente por Marino, aunque la interpretación más probable es que corresponde a una encarnación de Satanás u otro demonio, de acuerdo al guion del propio autor expuesto en el número 41 de las historietas de la época 1966-1967, editado por Zig-Zag, y titulado «Maqueronte y el Monstruo del doctor Mortis», y en la que el doctor-bajo la apariencia de un médico griego- tienta a Jesús en el desierto y es rechazado por éste; pero también, de acuerdo más que nada a la especulación de sus antagonistas, podría ser la encarnación de la muerte o del Mal en estado puro, un ente de otra dimensión o de fuera de este universo, un antiguo vampiro humano, el resultado de un experimento alquímico fallido, un científico loco, etc. El mismo se definió como la muerte misma.

 El doctor Mortis fue encarnado en el radioteatro por el mismo Juan Marino bajo la forma de un sujeto de voz grave, pausada y una carcajada satánica y característica, y en el cómic con la forma de un apuesto sujeto de mediana edad, de bigotes finos y barbilla puntiaguda al estilo francés del siglo XIX y dos mechones de pelo en las sienes que simulaban cuernos; se presentaba con la profesión de «doctor» y con diferentes alias como: Tiss Morgan, Mirsot, Morganelo de Ortiz, Stroim, Morgenthys, T.S. Mori, Ry Thomas, Sitmor, Ross-Mithor, Trosmi, Mohr Silentis, entre muchos, y era perseguido como un malhechor internacional por todas las policías del mundo. Tenía la propiedad de cambiar de aspecto físico, y su esencia indefinida, descrita a veces como una sustancia gaseosa de color verdoso, era capaz de ocupar o poseer diversos cuerpos humanos «encarnaciones» que le servían de vehículo, lo que hacía más difícil su identificación. Habitualmente, se manifestaba como un vampiro ubicuo e indestructible. 

El objetivo del personaje era claro: sojuzgar a la raza humana usando la ciencia y su dominio sobre los muertos, a los cuales controlaba como zombis a los que llamaba «hijos míos», y la instauración de una especie de reino de los muertos sobre los cuales él sería el amo supremo y la humanidad su esclava. Presidía una cofradía de seguidores que solían llamarlo «maestro». Sus macabros experimentos científicos estaban orientados a dominar la mente y los cuerpos de sus víctimas, así como crear engendros monstruosos que lo sirvieran; otras veces sus trabajos estaban destinados a probar sus retorcidas teorías megalomaníacas; para estos experimentos se valía en ocasiones de científicos desquiciados, fuera de la ley o expulsados de sus órdenes gremiales; por lo general, disponía de modernos laboratorios con instrumental adelantado a su época. Objetos y lugares que le pertenecían o le pertenecieron (libros, cuadros, relojes, mansiones, etc.) conservaban su influencia maligna y seguían ligados a él, causando desgracia entre sus incautos poseedores. Invulnerable a las armas humanas, inmortal, con fuerza sobrehumana, con poder sobre los elementos y criaturas monstruosas, el Siniestro Doctor Mortis transitaba por las diferentes épocas y países esparciendo su influencia maléfica por el mundo.