El recién pasado 31 de mayo, se recordó un nuevo aniversario del fallecimiento del compañero Clotario Blest Riffo. Como cada año, desde 1990, se llevaron adelante diversas iniciativas. Una romería a su tumba, donde se cantó y recitó recordando su actuar así como lo que vive el país en la hora presente, discursos destacando diversos momentos de su vida y se ratificaron compromisos al mismo tiempo que en muchas organizaciones y por las redes sociales, se dieron el tiempo para resaltar su obra y llamar a seguir su ejemplo.De esta manera el gran líder sigue presente, al menos en la memoria de quienes le conocieron personalmente o lo han encontrado a través de su actuar y sus obras. Solo falta el actuar constante y en consecuencia, que se asemeje a lo que hizo don Clota por los trabajadores y su organización. Y aunque muchos se nieguen a reconocerlo, es aquí donde se comienzan a notar las diferencias entre el decir y el hacer de Clotario y quienes hoy buscamos mantener en alto sus banderas. Para él la educación de los trabajadores era vital, pues solo esa educación iba a permitir que naciera una organización poderosa que pudiera confrontar al capital, enemigo declarado de la clase y a quien el líder no tuvo ambigüedad al declararle la guerra. Y es que es el capital y su desmesurada sed de riquezas lo que empobrece y abruma a millones de asalariados. Para don Clota esta lucha debían hacerla suya los trabajadores, más allá de lo que dijeran o hicieran los partidos políticos pues, según decía, los partidos limitan e incluso frenan muchas veces la lucha obrera cuando esta se escapa de sus directrices. Clotario fue denostado y su salida de la Central Única debe conocerse en profundidad, pues es el reflejo más claro de que hasta el más justo y digno puede ser repudiado cuando intereses ajenos a la clase se instalan en el seno de las organizaciones. La consecuencia de don Clota debe ser entonces algo a mantener y acrecentar, pues será esa consecuencia la que permitirá al sindicalismo independiente y autónomo mantener en alto las banderas de la lucha obrera, sin ambigüedades, lucha que inexorablemente nos llevará a la victoria.
2.- Buen momento este, en que recordamos a uno de los nuestros que ha trascendido, para expresar la tranquilidad que nos da el enterarnos que 2 luchadores han logrado sortear duros momentos y avanzan ennsj mejoría para estar prontamente en pie. Coincidentemente, ambos sufrieron afecciones al corazón y han debido pasar por exámenes y operaciones que afortunadamente les tienen en procesos de franca recuperación, lo que sin duda es una alegría y tranquilidad enorme para su familias y todos quienes les conocemos.Un abrazo y el reconocimiento para Alejandro Cabello ex dirigente de PF y Pedro Toledo miembro del directorio de nuestra CGT. Cada uno de quienes han asumido la defensa de los derechos de los trabajadores como un compromiso de vida, merecen ser reconocidos y alentados a seguir adelante.