Frente al ataque homofóbico ocurrido en Porvenir este pasado 1 de enero desde la Coordinadora de Mujeres Feministas de Punta Arenas declaramos que:
Este ataque debe entenderse en el contexto de un sistema de creencias y estructuras patriarcales. ¿Qué quiere decir esto? Que vivimos en una sociedad que sostiene que hay determinadas formas de ser de mujeres y hombres que son naturales y obligatorias, donde las mujeres y cuerpos feminizados son violentadas a diario, considerándose esto natural; donde también se castiga a los hombres que no actúan como se espera que deben actuar. Es decir, la expectativa de que los hombres sean fuertes y no lloren, que sean “bien machos”, es lo que lleva a que se piense que los hombres son naturalmente violentos.
La homofobia, o sea, el rechazo a las personas que tienen deseos y sexualidades distintas a lo que se considera “normal”, es decir entre hombres y mujeres (heteronorma) es parte de este sistema patriarcal que a diario violenta a mujeres y disidencias y que repudiamos por la violencia que genera.
Este ataque es una expresión más del machismo, donde se tortura e intenta asesinar a dos hombres por ser homosexuales y nos duele profundamente como feministas y como humanas. Es necesario entender que la sexualidad, el deseo y el amor son derechos humanos fundamentales y que sus manifestaciones son múltiples y diversas. Es necesario interrumpir el mandato de la heterosexualidad obligatoria, entendiendo que las personas y niñes tienen el derecho a explorar diferentes formas de amar. Esperamos que los medios de comunicación y el sistema judicial actúen con determinación, a pesar de entender que el sistema judicial no es una la única solución. Nos preocupa enormemente los recurrentes hechos de violencia machista ocurridos en Porvenir, y exigimos a las autoridades y la Fiscalía investigar y sancionar este brutal y machista ataque.
También sabemos que no es suficiente condenar legalmente estos hechos, sino que se necesita entender que cambiar la cultura requiere de acciones concretas. No basta con leyes que castiguen esta violencia, como la Ley 20.069 conocida como “Ley Anti Discriminación” o “Ley Zamudio”, se necesita de manera urgente cambios culturales para relacionarnos de otros modos.
Una acción concreta es la educación, y no sólo la educación sexual integral en las escuelas, sino la responsabilidad que tenemos todes de educarnos. Para esto hay muchos recursos disponibles en internet y también en espacios informales, con el objetivo de profundizar nuestros conocimientos respecto la sexualidad y romper con los estereotipos esperados y asignados al nacer. Entender que la educación transcurre también en espacios públicos, a través de intervenciones, marchas y también el arte, y también exigir más de los medios de comunicación. Del mismo modo, es educación pública también el Intercambio de ideas y las conversaciones en lugares de trabajo y de estudio, con nuestras familias y amigues. Esto es responsabilidad de todes.
Es por esto que pedimos no dejar pasar estos hechos violentos sin aprovechar de plantear conversaciones para debatir sobre la disidencia sexual, y las infinitas maneras de ser. Finalmente, pedimos estar atentxs a los apoyos que se requieran en la recuperación y procesos judiciales de los dos hombres torturados.