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NO TODO ES CANCHA

                                                 Esta semana vimos otro episodio, de una larga lista de malos tratos, zancadillas, entre las candidaturas presidenciales. Fue a propósito del contagio de Covid del candidato Boric. Se repitieron de manera insistente cuñas, en todos los medios, para cuestionar, la fecha en que tuvo sus primeros síntomas, sobre la fecha en que fue diagnosticado. Llegándose incluso a la publicación de una supuesta ficha médica, de dudoso origen.  En un contrasentido difícil de explicar, la candidata de la DC, que en su franja electoral dedicó un espacio muy hermoso, al recuerdo de las personas afectadas por la pandemia. Aparecía ahora, fustigando a su principal contendor de la oposición, por las múltiples obligaciones que iba a tener que posponer por la entrada en cuarentena.  En resumen, una serie de críticas públicas a un candidato, que como todo paciente Covid, debía asumir su condición y preocuparse de su cuidado y atención. Paradójicamente el primero que envió un saludo de ánimo, y pronta recuperación al paciente Boric, fue su adversario Sebastián Sichel.

                                                        Da la impresión, a medida que los días pasan, y la elección se acerca, de cierto nerviosismo, cierta tensión que afecta a unas candidaturas más que a otras. Llama la atención en la candidatura de Provoste, la performance Covid. No es su estilo, no es la forma en que ella se comporta en política. Ella es una excelente candidata y mejor persona. Sólo se explica la dureza de las expresiones, la aparente falta de empatía, en el perfilamiento recomendado por su equipo de asesores.  Una mala asesoría sin lugar a dudas. Es un hecho de la causa, que, para la segunda vuelta, los votantes opositores apoyarán la candidatura de izquierda o centro izquierda, que llegue a esa instancia. La tarea política de hoy es allanar los caminos, que permitan acordar una plataforma mínima común. No es tiempo de gustos personales, ni de fuegos de artificio. La tarea del próximo gobierno será titánica, y no bastará con una feble mayoría parlamentaria. De hecho, el escenario más probable, es un parlamento disgregado en varias fuerzas políticas, similar a la constituyente. Con mayoría progresista, pero disperso en distintos pactos políticos.

                                                                Tiendo a pensar, que la interrupción de la campaña presencial, producida por la cuarentena de las candidaturas, va a producir esta semana, un mejor clima de cara a la votación del día 21. Es lo más recomendable, lo más sano, y lo mejor para Chile, que las candidaturas contribuyan a construir un clima, de concordia, de buena convivencia, de amistad cívica.  Cual más, cual menos, estamos hasta la coronilla, de noticias falsas, de golpes de efecto por denuncias de pacotilla, que duran o que alcanzan a verse en televisión.  A estas alturas es muy difícil que, viendo una franja política, los electores cambien de opinión. Las alternativas ya han sido expuestas, y en los días que restan, deberán afinarse detalles de las propuestas menos conocidas, o de las ideas que generan más controversia.  Aunque las empresas encuestadoras, se han dado un festín anunciando prematuramente ganadores. Lo cierto es que estas, han estado muy lejos de la realidad en comicios recientes. Como en la primaria, donde daban por ganadores a Lavín y Jadue. O las encuestas que daban a la derecha prácticamente empatando en el plebiscito y elección de constituyentes. Mientras no se legisle al respecto, las empresas encuestadoras, seguirán vendiendo su producto, como un insumo publicitario más.

                                                                En paralelo al escenario electoral, se deciden esta semana, materias de suma importancia en el parlamento. La acusación constitucional contra el presidente Piñera, que si bien en la comisión respectiva, fue rechazada gracias a la abstención del diputado Auth (ex PPD). Se presume que podría ser aprobada en su votación en sala. Con lo que se daría paso al senado que decidiría, en definitiva. Es improbable, en todo caso, que, en la cámara alta, la acusación reúna los votos suficientes, por lo que el presidente Piñera librarse, y terminar su mandato normalmente.  Por otro lado, se votará en el senado en general el proyecto del cuarto retiro de fondos previsionales. De destino hasta ahora incierto, debido al anuncio de la senadora Goic, y senador Montes, de que están por el rechazo. Otra materia controversial, será la votación para autorizar o no, al presidente a extender el estado de emergencia, en cuatro provincias de la región del Biobío y en la Araucanía.

                                                                Sin lugar a dudas, estas importantes materias que decidirá el congreso, deberán contar también con la opinión de las candidaturas presidenciales. En torno a definiciones como esas, se toman decisiones en los hogares chilenos. La seguridad pública, es un tema que divide aguas en la política chilena. Aún existe un complejo de cierta izquierda, cuando se habla de orden y seguridad, temas que se asocian al pasado autoritario, en la dictadura fascista. Hoy resulta del todo evidente, que la sociedad democrática debe contar con medios legítimos, para defender la convivencia pacífica y la vida en comunidad. Este es el único escenario donde pueden ejercerse a plenitud los derechos esenciales de la persona humana, que el ordenamiento reconoce y garantiza.

                                                         Existe un abismo de distancia, entre quienes propugnamos un estado social y democrático de derecho, que brinde el espacio donde cada persona, pueda desarrollarse en plenitud, y quienes niegan o cuestionan, la vigencia de este catálogo de derechos fundamentales. En este plano no existe posibilidad de confundirse. Y los electores deben estar alertas, a quienes proponen un orden, basado en restricciones a las libertades personales. No queremos en Chile autócratas de ningún color político. Queremos vivir y desarrollarnos en libertad, sin vigilancia ni de gobiernos ni de partidos únicos. Sin tutela de líderes iluminados ni aparatos militares.

                                                                Cuando la elección está cada vez más cerca, y pronto saldrán de su cuarentena las candidaturas presidenciales, el ojo bien abierto del elector, estará puesto en las definiciones fundamentales. Se alzará como vencedor, quien logre transmitir al electorado un mensaje creíble, auténtico, que infunda confianza, que de esperanzas de solución a los múltiples problemas que nos aquejan. Esperemos que todos hagan su mejor esfuerzo, para que podamos votar debidamente informados.

Ernesto Sepúlveda Tornero