El creciente interés por la carne chilena en los mercados de Asia y la necesidad de aumentar la promoción del sector, especialmente en campañas digitales, fueron algunos de los ejes de la conversación que se desarrolló en torno a la exportación de carne bovina y ovina, en el Consejo Regional Exportador de ProChile, en que participaron cerca de 50 empresarios y representantes de asociaciones gremiales de cinco regiones de la macrozona sur, desde La Araucanía hasta Magallanes.
La actividad fue inaugurada por Felipe Neumann, subdirector de regiones de ProChile y contó con las exposiciones de los agregados comerciales de ProChile en Beijing (China), Natalia Cortés; en Tokio (Japón), Jaime Rivera, y en Yakarta (Indonesia), Dan Borzutzky. El encuentro fue moderado por el director regional de ProChile en Magallanes, Claudio Villarroel, y contó con las exposiciones de la jefa del Departamento de Alimentos de ProChile, Natalia Arcos. También participaron los directores regionales de ProChile en Aysén, Pamela Flores, y en Los Ríos, Henry Azurmendi.
Natalia Cortés destacó el “fuerte impulso” que ha tenido China en la demanda de alimentos a nivel mundial. En el caso de Chile el año 2020 las exportaciones a ese país crecieron un 7,7% y alcanzaron los US$ 4.434 millones.
Los principales alimentos exportados por Chile a China el 2020 fueron las cerezas, el salmón, la carne de cerdo y de bovino. “A medida que los consumidores chinos se vuelven más urbanos, tienen mayores niveles de ingresos y están más expuestos a estilos de vida extranjeros, la demanda de productos de alta calidad aumenta”, explicó Natalia Cortés.
Eso ha significado que “entre 2013 y 2018 el gasto de consumo de alimentos per cápita en China aumentó un 30%”. La representante de ProChile en Beijing indicó que la carne de cerdo es la más consumida en ese mercado, con un promedio de 38 kilos per cápita al año, seguida del pollo (14 kilos), carne de bovino (5 kilos) y ovino (3 kilos).
Cortés enfatizó la importancia de la trazabilidad para ingresar con carne al mercado chino y mencionó que “para garantizar la seguridad de los productos, Beijing lanzó en noviembre de 2020 la plataforma Beijing Coldchain”, que ya está implementada en esa ciudad y se expande a otras provincias a nivel de consumidor final y que “busca gestionar la trazabilidad de productos cárnicos y acuáticos importados, refrigerados y congelados”.
En sus conclusiones, afirmó que la industria alimentaria ofrece grandes oportunidades para Chile, especialmente en la industria cárnica. Para tener éxito, las exportaciones chilenas “deben buscar resaltar el origen del producto y las características de calidad e inocuidad con que el país es reconocido mundialmente”.
En el caso de Japón, Jaime Rivera planteó como fortalezas del sector la producción de carne de alta calidad que logra Chile y la percepción positiva de la imagen de la Patagonia entre los consumidores japoneses. Como oportunidades, señaló un cambio en los gustos y preferencias, que ha significado una masificación de los alimentos pecuarios importados magros. También mencionó que “en Japón está aumentando la conciencia de sustentabilidad”.
A los exportadores chilenos les aconsejó “llegar preparados a sus reuniones con potenciales importadores japoneses, porque ellos son muy estudiosos y prestan mucha atención a los detalles”, lo que puede ser clave para tener éxito en un negocio.