La vieja casona declarada monumento nacional el año 2016 fue un lugar de tortura y sufrimiento. Ahí, la violación a los derechos humanos fue sistemática entre 1973 y 1976, hoy parte de esa historia es contada por mujeres que padecieron los tormentos de la dictadura cívico militar. Se trata de un proyecto en 3D que rescata la arquitectura y permite un recorrido virtual por el recinto, a través de un video testimonial que marca espacios e hitos del lugar ubicado en pleno centro de Punta Arenas.
La iniciativa denominada: “Levantamiento planimétrico en 3D y audiovisual del recorrido de una mujer por la Casa de DD. HH. Colón 636 de Punta Arenas” será presentada este lunes 30 de agosto, a las 19:30 horas (de Magallanes), a través de la plataforma mediática de radio Presidente Ibáñez y el fanpage de la Agrupación Mujeres Presas Políticas de Magallanes 1973-1974.
Magda Ruiz, presidenta de la agrupación explicó que el incendio que afectó a la Casa de Derechos Humanos ocurrido el viernes 28 de febrero de 2020 las conmoció e inmediatamente se plantearon con urgencia la necesidad de rescatar del olvido y visibilizar el sufrimiento de las mujeres que fueron forzadas a pasar por el principal centro de detención y tortura que existió en Magallanes.
“Cuando la casa fue vandalizada, vimos la necesidad de rescatar la memoria y decidimos que era necesario utilizar la virtualidad, la única forma disponible y posible de realizar el proyecto”, precisó Ruiz.
A través de un recorrido virtual por el subterráneo y los tres pisos del recinto, la joven actriz Vivian Dietz da vida y sintetiza el testimonio de varias mujeres que fueron torturadas en la Casa de Colón 636. Toda la puesta en escena y la dirección cinematográfica estuvo a cargo del galardonado cineasta Leonardo Medel.
“El video sirve para juntar el objeto generado por el arquitecto Jorge Molina y la investigación que se hizo sobre las presas en la casa. El video funciona como indexación del documento, mientras se va navegando y recorriendo la casa. La voz de la actriz Vivian Dietz va generando pequeños espacios en donde es posible hacer clic y conocer ahí parte de la investigación narrada por las presas”, explicó Medel.
La investigación, el arte cinematográfico y la educación despiertan una experiencia sensorial necesaria para una sociedad excluyente y amnésica que fue tan víctima de la dictadura cívico militar como las más de dos mil personas torturadas en la Casa de Colón 636.
“Levantamos la arquitectura de la casa, la constituimos como un proyecto en tres dimensiones, y en particular la integramos a un motor de juegos, que nos permite recorrerla, tal cual existió en ese período. Es decir, el usuario va a poder recorrer hoy día la casa, con todos los implementos de la época”, explicó Jorge Molina, arquitecto especializado en patrimonio y gestor del trabajo planimétrico.
En Chile existen 1.132 recintos reconocidos como centros de torturas, de esos 41 fueron declarados memoriales, 17 son sitios de memoria que cuentan con protección patrimonial, pero solo 13 están abiertos al público con financiamiento. “Estas tareas de visiblización y lucha que está generando este proyecto, son importantísimas para darle visibilidad a lo que es la tarea de recuperación del patrimonio en Chile. De los trece recintos reconocidos ni siquiera hay uno por región en Chile”, precisó Molina.
El proyecto financiado por la Secretaría Regional Ministerial de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Magallanes y de la Antártica Chilena, estará disponible a partir del lunes en el sitio www.colon636.cl
«La memoria forma parte de la identidad y patrimonio cultural intangible. A través de este trabajo de investigación materializado en un producto artístico y que cuenta con la participación activa de mujeres, estamos construyendo a preservar nuestra historia y propiciando que la comunidad se apropie de estos espacios de memoria y darles visibilidad, como es el caso de Casa Colón. Con esta propuesta, impulsada en conjunto con agrupaciones de derechos humanos, estamos poniendo énfasis en el respeto y compromiso permanente e irrestricto con todas aquellas normas que reconocen y protegen los derechos fundamentales de los seres humanos, su relación en sociedad y con el Estado», aseguró Katherine Ibacache, seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio Región de Magallanes.