El clima condiciona la agricultura en el extremo austral del planeta, con cuatro a cinco meses de producción, aún así, cada día es mayor la diversidad en las cosechas y más frecuente el uso de tecnologías amigables con el medio ambiente.
Así lo demuestran los homenajeados en el Día del Campesino. Una historia que se realiza cada 28 de julio, desde el año 1967 y que, si bien, en esta ocasión no fue posible convocar a un acto masivo por la pandemia, de igual forma cuatro agricultores recibieron el reconocimiento de parte de las autoridades del agro, con visitas a sus predios y un acto online realizado el viernes 6 de agosto.
Este año, el reconocimiento recayó en: Mónica Cárdenas, Punta Arenas; María Igor, Puerto Natales; Sergio Márquez, Porvenir; y Lidia Mayorga, de la comuna de Cabo de Hornos.
“Para mí es un gran orgullo haber sido destacada por el trabajo que realizo con mi marido (Pedro Salazar). Es un buen aliciente para poder seguir produciendo alimentos sanos y agroecológicos, algo que la comunidad agradece y valora”, dice Mónica Cárdenas Vidal, 56 años.
Vive en el sector de Leñadura, a doce kilómetros al sur de Punta Arenas. Está dedicada exclusivamente a la agroecología, con el uso de compost, y productos naturales. Por estos días, Mónica Cárdenas, prepara la tierra, arregla invernaderos y ya a mediados de agosto comienza la preparación de plantines.
Entre sus productos destacan las zanahorias, betarraga, habas, arvejas, lechuga, acelgas, espinacas, cilantro, rabanitos, perejil, y mermeladas. Una producción que se comercializa online.
“Por la pandemia nos tuvimos que adaptar y nos fue súper bien, la gente valoró nuestro trabajo y eligió productos sanos, sin químicos ni pesticidas”, precisa Cárdenas.
Más al norte, en Puerto Natales, María Igor Lemus, es una de las agricultoras más antiguas ubicadas en el sector de Huertos Familiares. Hasta su predio llegó la delegada presidencial de la Provincia de Última Esperanza, y el seremi de Agricultura, a entregar el reconocimiento por su labor. Todos quedaron sorprendidos por el esfuerzo y el conocimiento que tiene.
“El clima es lo más difícil. No podemos adelantar las siembras y es muy corta la temporada, así que nos arreglamos con los cuatro o cinco meses de venta para el resto del año”, explicó Igor.
Si bien, la pandemia ha significado un 30% menos de ventas, Igor reconoce y agradece a la comunidad que elige sus productos. Cuenta con 10 invernaderos, sistema de riego tecnificado, tambores para almacenar agua y su producción principal son tomates, lechugas y todo tipo de hortalizas.
“Gracias a INDAP por el apoyo que siempre nos dan y por el interés que tienen en apoyar a quienes nos dedicamos a la agricultura. Sin ese apoyo sería imposible avanzar”, asegura Igor.
Para Ericka Farías Guerra, Delegada Provincial de Última Esperanza, el trabajo de María Igor refleja el esfuerzo y la capacidad de innovación de los agricultores de Puerto Natales.
“Decidimos visitar diversos campesinos de Última Esperanza y entregarles un galvano. Nuestra invitación es a que sigan trabajando y entregando sus conocimientos, la agricultura es uno de los sectores más importantes para el desarrollo y la alimentación sana de la comunidad”, indica Farías.
Al otro lado del Estrecho de Magallanes, en Tierra del Fuego, Sergio Márquez, 74, mantiene un pequeño oasis de hortalizas. Cuenta con dos guateros gigantes y un pozo profundo comunitario. No siempre fue así, hace cuatro años tenía que comprar agua a un camión aljibe o esperar a que la Municipalidad de Porvenir le donara el recurso. Lechugas, acelga, cilantro y otras hortalizas sufrieron la consecuencia inmediata de la escasez hídrica.
“Me emociona este reconocimiento. Es una cosa que va por dentro. Estoy agradecido de todo los que me han ayudado. La agricultura acá es sufrida, no es llegar y poner una papa en la tierra. Pero siempre el Área de INDAP nos está apoyando”, expresa Sergio Márquez, y en sus palabras representa las dificultades y aciertos de la agricultura en Tierra del Fuego.
La homenajeada más austral es Lidia del Carmen Mayorga Pacheco, nació en Chiloé, en la Isla de Chaulinec, y desde el año 1974 vive en la Provincia Antártica Chilena.
Actualmente trabaja la agricultura y ganadería en la Bahía Róbalo, Isla Navarino. En 342 m2 de cultivos bajo plástico genera su propia semilla y cosecha diversas hortalizas. Acelgas, lechugas, espinacas, perejil, cilantro, son parte de la producción que se comercializa en Puerto Williams.
Toda su producción es orgánica y utiliza algas como abono. También se dedica a la crianza de cerdos y cuidado de ganado bovino.
Para Petar Bradasic, director regional de INDAP, el trabajo de Lidia Mayorga merece un reconocimiento especial. “Hay un esfuerzo pionero de producir en la propia localidad y entregar productos sanos y frescos. Gran parte de las hortalizas deben recorrer miles de kilómetros antes de llegar a la isla, perdiendo muchas veces su sabor y propiedades, y este esfuerzo que hay que multiplicar viene a beneficiar directamente a la comunidad más austral del país”, explicó Bradasic.
Un reconocimiento al que se suma el seremi de Agricultura, Alfonso Roux. “Los campesinos homenajeados son un ejemplo para sus pares. Sabemos que por la pandemia la agricultura ha sufrido retrasos, pero seguimos trabajando y nunca como Ministerio hemos parado, siempre apoyando a la agricultura familiar campesina, corazón de la institución”, precisa Roux.
Finalmente, la Presidenta del Consejo Asesor Campesino, Patricia Delgado, destacó el avance que ha tenido la agricultura la última década y aseguró que hoy los esfuerzos deben apuntar al riego. “Agradecemos el trabajo de nuestros agricultores, no es fácil. La agricultura sigue siendo la base de nuestro desarrollo”, afirma Delgado.