LA REVOLUCIÓN DE LA EDUCACIÓN ONLINE
Carolina Mancilla Soto
Profesora de Historia y Geografía
Licenciada en Educación – Licenciada en Historia
VANGUARDIA COMUNITARIA
“La Pandemia trajo lo inesperado y con ello los avances y desarrollo como país que creíamos conocer y dominar a la perfección”.
Llegó la inesperada Pandemia afectando al mundo entero, a una sociedad chilena definida por muchos como una sociedad creciente, dinámica y diversa en sus diferentes ámbitos todos de gran importancia cuando se trata de analizar los procesos y transformaciones sociales que se presentan de manera inherente en cualquier sociedad a nivel mundial.
Bajo esta mirada podemos considerar la Educación como una institución clave en el funcionamiento cotidiano de nuestra sociedad, otorgando educación formal, ofreciendo una comunidad de pertenencia, no solo a los estudiantes sino también a sus familias siendo la institución educacional un espacio en que pueden comunicarse y expresarse con sus pares.
Considerando la importancia que adquiere la “escuela” para el estudiante como para su núcleo familiar es que la interrupción de la rutina escolar chilena producto de la Pandemia generó impactos en los aprendizajes como también efectos emocionales, psicológicos y sociales en la sociedad chilena y mundial. Es así como el COVID-19 ha generado trastornos en diversos ámbitos del quehacer diario, siendo el principal causante de los cambios en la cotidianeidad de las familias las cuales históricamente han estado vinculadas a la escuela como eje de la educación y formación de los hijos/as.
La irrupción de la Educación Online en Chile podemos considerarla como el gran hito revolucionario de la Educación chilena en el siglo XXI. Una revolución que ha traído innumerables consecuencias para los alumnos, profesores, apoderados y familias, ya que ninguno estaba preparado para esta modalidad de educación.
Para los profesores ha significado una transformación en su rol profesional e incluso personal y familiar, principalmente para quienes no son nativos digitales y han tenido que conocer el mundo digital desde las plataformas online, rediseñando su trabajo, reconfigurando su rol, objetivos, actividades y contenidos a priorizar en sus asignaturas. Pero sin duda un punto complejo de sobrellevar ha sido las dificultades de interacción que trae consigo la modalidad online, considerando además que no todos los estudiantes tienes conexión a Internet o computador, espacio adecuado, tranquilidad y tiempo por parte de un adulto que los pueda acompañar y guiar en el trabajo escolar. De esta manera la Educación online ha evidenciado las grandes brechas sociales que existen en Chile y que repercuten y generan importantes brechas digitales presentes en la educación chilena.
Probablemente el sistema educacional chileno ha tratado de responder a las exigencias del contexto que vivimos, colocando en práctica una educación online o remota de emergencia que pretende trasladar la escuela a la casa como una forma de mantener la “normalidad” pero que sin duda es inviable. Y a la vez nos lleva como sociedad a cuestionarnos si la educación online es realmente una alternativa de calidad donde actualmente predominan nuevas tecnologías y herramientas pero paradójicamente se continúan utilizando metodologías tradicionales, cuya innovación está presente de manera emergente y en muchas ocasiones de manera autodidacta, siendo necesario y de gran importancia la capacitación y habilitación de los docentes, apoderados y estudiantes para la implementación de una Educación de Online que se destaque por su eficiencia y calidad, sin perder de vista que los aprendizajes son posibles en la medida que como sociedad entregamos los apoyos y condiciones necesarias.
Los desafíos son mayores, siendo relevante implementar una oferta formativa en todos los niveles y modalidades educativas bajo un sistema que integre herramientas tecnológicas desde una mirada pedagógica siendo capaz de definir, difundir e implementar estándares de calidad acordes al siglo XXI.
La Educación online llegó de manera inesperada y probablemente para quedarse, transformándose en un gran desafío para el sistema educacional chileno pero que no nos debe alejar del principal desafío de nuestro país que es entregar oportunidades de aprendizajes integrales para todos y todas. Teniendo siempre presente en nuestra condición de docentes que “Educamos para la vida”.
“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, parafraseando a Nelson Mandela