Hace un año se dio a conocer sobre el contagio de la primera persona con Covid-19 en la región de Magallanes, dando por iniciada la pandemia en la región más austral de Chile. Junto con los primeros dos contagiados hubo también una importante tarea de investigación para poder saber cómo, cuándo y a través de quién el virus había ingresado a tierras australes.
Hoy, un año después, la Unidad de Brotes dependiente de Epidemiología, Salud Pública, se ha consolidado a través de un intenso trabajo de investigación de casos en grupos de la población con alto riesgo de contagio, ámbitos que congregan generalmente a muchas personas, originándose brotes laborales, educacionales, recreativos o producto de eventos sociales.
Este equipo inicia su investigación gracias a la información que proporciona el centro de trazabilidad, detectando brotes que son casos asociados en tiempo, lugar y persona. Esto significa que son casos de una misma institución cerrada de alto riesgo, ya sean empresas, Establecimientos de Larga Estadía (Eleam) , centros penitenciarios, centros de menores o, frecuentemente se detectan, brotes familiares por ubicación en domicilio. Hay casos en que familias completas se han contagiado: abuelos, padres, hijos, nietos hasta nueras y yernos.
Al respecto, Rosa Paredes, profesional de la Unidad de Brotes agrega que:” Lamentablemente aún existe una baja percepción de riesgo en sectores de la población, hemos detectado en algunos lugares planas completas sin el uso de la mascarilla, lugares con escasa ventilación y brotes ocasionados por personas que se juntan fuera del horario laboral y no mencionan sus contactos estrechos”.
El SEREMI de Salud (S), Eduardo Castillo, explicó que este virus puede ser altamente contagioso y ocasionar brotes rápidamente. Por ejemplo, el otro día tuvimos conocimiento que un joven positivo a Covid que, sabiendo su condición, concurrió a una fiesta y compartió con alrededor de 20 asistentes, 12 de los cuales se contagiaron”.
Cabe señalar, que los estudios de brote están relacionados con una línea de tiempo, la cual la esta unidad busca la causa del contagio, investigando los factores de riesgo a los que hayan estado expuestos las personas, y posteriormente informando en la investigación epidemiológica para frenar la cadena de transmisión en los lugares de trabajo.
Dado que el Covid-19 se transmite antes del inicio de síntomas o cuando los síntomas están presentes, la investigación de casos y las actividades de trazabilidad deben ser oportunas, rápidas y exhaustivas
Rosa Paredes explica que en la unidad trabaja un grupo multidisciplinario de profesionales, los cuales tienen a cargo investigaciones de brotes en diversos ámbitos: empresas de áreas de alimentos como pesqueras, frigoríficos o salmoneras. Un encargado de brote en empresas de construcción, retail y encargado de los brotes institucionales (centros penitenciarios, fuerzas armadas, centros de larga estadía, entre otros).
“Ahora último incorporamos referentes de establecimientos educacionales quienes se encargan puedan afectar a trabajadores o estudiantes. También, a trabajo completo y exclusivo hay un encargado de vigilancia epidemiológica del territorio Antártico quien vela para que no ingresen casos positivos al continente antártico a través del monitoreo de cumplimientos de protocolos establecidos para ello”, agregó.
Semanalmente esta unidad se realiza análisis y reportes a nivel central junto con trabajar con información georreferenciada para ver clústeres familiares “Este es un trabajo en equipo, una cadena que se inicia con los trazadores y las oficinas provinciales quienes suministran toda la información necesaria para iniciar el proceso investigativo epidemiológico”, finalizó.