Iniciamos un nuevo año para Magallanes y sus habitantes. Como siempre con expectativas y cifradas esperanzas que este año 2021 se trate de una nueva y mejor época. La vara está baja, como alguien dijo por ahí. El año que nos dejó fue complejo, jamás pensado, con una pandemia mundial que nos trajo incertidumbres, aislamiento, término de iniciativas comerciales, una economía a la baja, cesantía para muchos, perdida de seres queridos para otros, en fin, solo momentos de incredulidad y pocas certezas. Fue muy duro vivirlo. Y así como iniciamos el año 2020 también lo terminamos. Una lección que nos dejó, es la importancia de quienes gobiernan y cuan preparado está el Estado para apoyar a sus ciudadanos en momentos como estos. En un país como el nuestro, donde existe apatía por los procesos electorales y la abstención suele superar el 53%, muchos se deben preguntar ¿Cuan responsable soy de que el año 2017 haya resultado nuevamente electo un Presidente empresario como lo es Sebastián Piñera? Sería distinto como se enfrenta la pandemia del Covid-19 teniendo a un presidente que entienda que es fundamental reconocer y trabajar por un Estado social de derechos, donde la pobreza y la marginación no sea símbolo de las exclusiones permanente de una vida mejor. Es verdad que hoy la ciudadanía demanda cambios profundos en el comportamiento de sus autoridades y lideres sociales, políticos y gremiales, pero ¿cuantos de ellos están ciertamente comprometidos con elegir a los y las mejores? Creo debemos entender que esta nueva sociedad exige ser parte de las decisiones que tienen que ver con sus vidas y entorno, pero ello lleva un reto de mayor participación, mayor compromiso a la hora de elegir a sus lideres y autoridades. No basta con recibir un cúmulo de información por rostros “conocidos”. Ahora se requiere involucrarse para exigir con propiedad las respuestas a las demandas insatisfechas. Exigirles por ejemplo, que no basta con hacer el trabajo o la “pega” ahora se requiere transparencia para saber cómo se hace, con qué recursos, a quienes benefician y cuáles son los resultados de esa gestión. Es evidente que todos estos y otros temas tienen un trasfondo y es el malestar generalizado en la población que se ha sostenido en el tiempo. Podríamos concluir que hoy no solo tenemos una sociedad mas informada, sino también mas politizada. Y es por ello que el proceso de politización representa una oportunidad para que los ciudadanos seamos protagonistas de la construcción del país que soñamos. Y en Magallanes soñamos con una mejor región, integrada al país y al mundo. Sentirnos orgullosos de lo construido, valorar nuestra composición multicultural y la riqueza que de ello emana, lo que llamamos nuestra identidad. Hoy frente al proceso constituyente que se avecina junto a las elecciones de Gobernador Regional y municipales, se presenta la oportunidad para que Magallanes elija a los y las mejores. Ese es un reto, no equivocarnos nuevamente como el 2017. Y en lo político a aprender las lecciones del estallido social de octubre 2019. No podemos seguir “farreándonos” la confianza de la ciudadanía, no podemos seguir nominando a dedo entre cuatro paredes a los candidatos que nos representaran, no podemos seguir “ninguneando” a los independientes, como si fueran una rareza, cuando en Chile el 95% o más de la ciudadanía es independiente. No podemos seguir despreciando la unidad necesaria de la centro izquierda para lograr grandes acuerdos y unidad de propósito, entre militantes y no militantes, entre rojos, verdes azules y por cierto también amarillos. Todos somos necesarios y todos nos necesitamos si queremos de verdad ser participe de las grandes transformaciones que el país necesita. Debemos levantar la cabeza buscar nuestros profundos principios democráticos y ponerlos al servicio de las mayorías, porque estoy convencida que hay otras y mejores formas de hacer política. De nosotros depende. Feliz año 2021 para todos y todas.
Eugenia Mancilla Macías
Ex Intendenta Regional
Vanguardia Comunitaria